Todos conocemos alguien que haya sufrido una tragedia, alguien que haya perdido a un ser querido. Algunos lo han vivido en primera persona. El personaje de Casey Affleck sufre la muerte del hermano, debe hacerse cargo de su sobrino. Esta es una película humana. Que busca darnos en ese lado, el lado humano. Pero sin descuidar el humor, la película tiene varios momentos que nos sacan una carcajada, quizás ilusionándonos con que todo va a estar bien, o quizás es solo un engaño pasajero par que la película sea amena y no nos haga llorar más de lo que debería. La interpretación de Affleck es envidiable para cualquier actor, con las expresiones dice mucho más que con las palabras. Leí por ahí que lo no dicho de esta película es tan importante (o más) que lo dicho, y estoy totalmente de acuerdo. Es una película de 135 minutos, pero yo lo sentí como media hora, cuando llegó el final me quedé con ganas de más. El director y escritor de esta película no busca conmover con sentimentalismos, sino que elabora una verdad de las relaciones humanas que nos llega, nos toca de cerca y hasta le hecha sal a la herida. No quiero seguir hablando de más por temor al spoiler, pero es una película que hay que ver.
Mi recomendación: Hay que verla, si pueden verla en el cine, y apreciar la fotografía y los hermosos paisajes, háganlo, pero si la ven en casa también está bien. No es una de esas películas que hay que ver si o si en el cine.