La balada del hombre solitario
Maravillosa época de los Oscars que nos trae tantas buenas películas dignas de verse, algunas mejores que otras, claramente, pero todas con algo especial que rescatar. Manchester Junto al Mar (Manchester by the Sea), es una película que si bien pareciera no tener nada que llame la atención a primera vista, a mí por lo menos, me sorprendió, y me propongo que después de esta crítica, a usted lector, le llame la atención también. Quizás me ame por estarle recomendándole esta película, quizás me odie, pero una cosa es clara, primero tiene que verla. Así que compre unos pochoclos y un largo vaso de su gaseosa favorita para ver Manchester Junto al Mar en su cine favorito.
La historia de Lee Chandler (Casey Affleck), un hombre solitario, antipático y un tanto violento, es lo que nos lleva a través del metraje. Vemos como el mismo es prácticamente forzado a hacerse cargo de su sobrino, y volver a un pueblo que lo llena de recuerdos, algunos buenos, otros malos, pero todos lo hacen sufrir. El personaje interpretado por Casey Affleck (que nos da una actuación esplendida, bien merecida su premiación en el Oscar) está frustrado por la vida, aburrido de ella, como queriendo escapar de la experiencia de vivir, pero al tener que cumplir con su responsabilidad de tutor, debe enfrentarse a su mayor miedo, el contacto con otros seres humanos.
La historia se desarrolla con cierta lentitud, claramente. Kenneth Lonergan se toma su tiempo para contar las cosas, y si bien quizás los primeros minutos resultan un tanto aburridos, a medida que avanza Manchester Junto al Mar uno se va metiendo cada vez más y más en la trama, hasta que llegamos a una secuencia, donde ya no hay retorno, y es curioso que la misma sea un flashback del protagonista.
Vale la pena ver Manchester Junto al Mar.
El uso de los flashbacks es visceral y se hace sin asco. Lonergan no espera al momento donde nos sintamos cómodos a recibir cierto tipo de información, simplemente nos es lanzada a la cara sin ningún tipo de problema. Y creo que esta decisión es correcta, ya que nos ayuda a percibir las cosas como el protagonista. ¿Acaso no funcionan así los recuerdos? Vienen de la nada, y de la nada se van.
El relato del film está claramente focalizado en Lee, pero durante ciertas ocasiones se desvía para ver el punto de vista de su sobrino. ¿Esto es bueno? ¿Malo? Si bien no me convenció demasiado ese cambio de punto de vista, quizás debería dejar que ustedes mismos lo decidan.
En fin, vale la pena ver Manchester Junto al Mar, vale la pena sentarse y darle una oportunidad, porque la película lo merece, así como Lee Chandler merecía otra oportunidad en su vida, otra oportunidad de ser feliz. Dense una oportunidad, y den una oportunidad a Manchester Junto al Mar.