Mandarinas

Crítica de Cecilia Tedesco - Revista Meta

En los años 90 estalló la guerra de Abjasia (1992-1993), una provincia al oeste de Giorgia que buscaba la independencia; dicho conflicto armado involucró a una agrupación paramilitar formada por varios pueblos del Cáucaso: entre ellos Osetios, Chechenos y Cosacos, quienes se sumaron a la causa separatista de Abjasia en contra de Giorgia.

La película transcurre durante esa guerra en una región que anteriormente estaba habitada por estonios, pero la mayoría de ellos había regresado a Estonia que para ese entonces era un país libre y solo permanecían allí unos pocos como Ivo, un hombre mayor muy hábil en el trabajo con la madera, que esta ayudando con la cosecha de Mandarinas a su amigo y vecino Margus, quien espera poder venderlas para regresar a su país definitivamente.

Se produce un enfrentamiento cerca de la casa de Ivo. Margus e Ivo entierran a los muertos y rescatan a dos soldados enemigos heridos: un checheno y un giorgiano, a quienes Ivo decide llevar a su casa para atenderlos. El checheno Ahmed intentará matar a su rival giorgiano Niko al descubrirlo allí, desatando un nuevo conflicto entre esas cuatro paredes y convirtiendo la casa de Ivo en el nuevo campo de batalla, por lo cual Ivo deberá oficiar de mediador entre ambos para evitar que se maten entre ellos. Mientras que Ahmed es un mercenario que decidió ir a la guerra por dinero, Niko en cambio solo lo hizo porque sintió que era su deber.

Este relato antibélico es un verdadero canto a la vida, que retrata una parte de la guerra desde una perspectiva mucho más intimista, al plantear la posibilidad de que dos personas muy distintas en cuanto a su ideología política y religiosa puedan aprender a convivir en paz y a respetarse mutuamente. Esto es lo que Ivo intentará enseñarles a estos dos soldados enemigos porque a diferencia de ellos Ivo es un pacifista, un hombre compasivo, de gran entereza y buen corazón.

Este film originario de Estonia y Giorgia fue nominado a los Globos de Oro y a los premios Oscar 2015 como Mejor Película en Idioma extranjero. También obtuvo otros premios a los largo de su recorrido por festivales internacionales como Mejor Película en el Festival de Cine de Jerusalem, Mejor Película en el Festival de Cine de Varsovia y el Satellite Award de la International Press Academy como Mejor Película de habla no inglesa.

Parece una película chiquita pero dice mucho, está muy cuidada en cada detalle desde la construcción narrativa hasta las actuaciones que son impecables. Esta protagonizada por: Lembit Ulfsak como Ivo, Elmo Nuganen como Margus, Giorgi Nakashidze como Ahmed, Misha Meski como Niko y Raivo Trass como Juhan, un médico estonio que ayuda a Ivo y a Margus atendiendo a sus invitados heridos. Fue escrita y dirigida por Zaza Urushadze. Cabe destacar también la hermosa fotografía realizada por Rein Kotov y la banda sonora compuesta por Niaz Diasamidze que la acompañan, logrando así un relato sólido, conmovedor y emotivo.