Si somos realistas, todos los países y sus grandes ciudades que se precien tienen edificios embrujados, con historias que se convierten en leyendas urbanas con el correr de los años. La localización de dicho terror parece un hito fílmico a seguir, mediante el tan utilizado recurso del metraje encontrado que resulta tan asequible para atrapar las generaciones tecnológicas de hoy en día. Hace no mucho vimos la coreana Gonjiam, y ahora viene la alemana Heilstätten a hacer lo suyo para intentar asustar a las jóvenes masas que no se pueden despegar de sus celulares.