El valor que tiene esta película es su arte, sus efectos visuales que son una maravilla; ciudades enteras montadas en unas plataformas tipo automóviles gigantescos que pisan la tierra como topadoras o tanques de combate. MAQUINAS MORTALES está dirigida por Christian Rivers, quien fuese ganador del Oscar® con King Kong (de Peter Jackson) por mejores efectos visuales, pero no le llega ni a los talones a “El castillo ambulante” de Hayao Miyazaki; y no sólo por su arte e interés de aquel virtuoso artefacto mecánico que parecía tener vida propia, sino por su trama.
Quienes se unieron al director en la escritura de esta vergonzosa adaptación fueron el propio Peter Jackson, Fran Wash y Philippa Boyens, los tres ganadores del Oscar® por El Hobbit y la triología de El Señor de los Anillos y aunque esté basada en los reconocidos libros de Philip Reeve -un escritor de sagas de niños- carecen de valores que pudieran demostrar algún interés por los más pequeños.
La dificultad está en la estructura. Personajes que parecen importantes, no lo son tantos y desaparecen, fueron simples marionetas para una situación en particular. Diálogos y reacciones tipo caricaturas combinadas con flashback emocionales filmados tipo publicidad que sólo frenan la acción, la cual además está repleta de persecuciones; Chistes tipo gags vergonzosos y planteos de las tramas a partir de escuchas detrás de la puerta tipo telenovela, sumado a actuaciones deplorables con una estética steampunk fashion fuera de lugar.
Una demostración más que sin un buen guión, toda la parafernalia, pronto será olvidada