Esta ópera prima, cuya historia comienza en Buenos Aires para trasladarse luego a la ciudad donde paradójicamente vio la luz por primera vez en la anterior edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, comienza como una road movie para luego establecerse como una comedia ligera sin pretensiones pero entretenida.
Dos amigos de la infancia en plena crisis de los treinta y abandonados por sus parejas, viajan a Mar del Plata para pasar el fin de semana y descansar.
Pero la llegada de una ex pareja de uno ellos complica las cosas de estos dos personajes que actuarán como verdaderos adolescentes.
Con una historia muy sencilla y trillada, casi sin situaciones trascendentes, pero con dos personajes queribles bien interpretados y el uso de distintos recursos formales, como la pantalla dividida para las situaciones paralelas, notas aclaratorias en forma de dibujo y la búsqueda de complicidad con el espectador por parte de uno de los personajes, hacen llevadero el relato y que el film cumpla finalmente su meta. Una comedia que entretiene sin dejar huellas.