Todo comenzó bailando, dice uno de los hits de Marama, el grupo musical del momento, que junto a Rombai han vendido miles de copias y entradas a los dos lados del Río de la Plata, las bandas, encabezadas por Agustín Casanova (“Marama”) y Fernando Vazquez (“Rombai”) protagonizan un filme documental que refleja el ascenso meteórico de los grupos y reflexiona, sin quererlo, sobre lo efímero de la fama y sus consecuencias.
“Marama-Rombai El Viaje” (Uruguay, 2016) de Federico Lemos (“Gonchi”, “Diego Forlán”, “El último carnaval”) es un filme de estructura clásica que intenta analizar el fenómeno de los grupos desde su germinación hasta el momento cúlmine, hasta ahora, que fueron los shows del Luna Park a comienzos del año y la incorporación de los líderes al programa “Showmatch” como parte del staff competidor de “Bailando por un sueño”:
Así, la película arranca con el relato a cámara de Fernando, la mente detrás del éxito, y de cómo dejó todo para dedicarse a su sueño y la música a pesar de los cuestionamientos incesantes que la familia le hacían.
Fernando siempre creyó en aquello que sentía que debía hacer artísticamente, y poco a poco, pudo ir concretando su sueño, primero a través de un canal en youtube, luego a través de participaciones en fiestas familiares de quinceañeras, y, finalmente, con sólo un tema grabado por cada banda, en el monstruo que terminaron siendo las dos bandas.
Lemos registra todo, las giras, el backstage, los viajes, la ruta, los hoteles, y también aquello que de manera breve, muy, tiene que ver con lo lúdico y el ocio, los partidos de fútbol, asados, bromas, etc.
El registro documental posibilita rápidamente una empatía con aquello que se muestra, y si bien el filme posee una estructura clásica, en la incorporación de números musicales en vivo, principalmente aquellos que se registraron en el Luna Park, se va configurando una fábula sobre el poder concretar ideas a partir del arte.
Hay espacio también para la crítica, dura, aquella que recibieron, principalmente, por parte de sus familiares, como en el caso de Agustín, quien alejado de su padre, llora a cámara sabiendo que la distancia entre ellos debe ser subsanada rápidamente.
También hay una reflexión sobre la fama, lo efímero, la elevación a categorías de dioses a personas comunes a las que luego les cuesta mucho, mucho, poder volver a sus rutinas una vez que el ascenso se convierte en caída, estrepitosa.
Pero no es el caso que se muestra en “Marama-Rombai El Viaje”, al contrario, ambos grupos más allá que han perdido algunos miembros (como el caso de Camila en Rombai), mantienen una línea honesta con aquello que noche a noche presentan a sus fanáticos.
“Marama-Rombai El Viaje” es una película que permite conocer más de las dos bandas fenómeno de la actualidad, las que, sin estridencias ni peleas, han pegado de lleno en el mundo del espectáculo local.
Plasmados en el celuloide, ahora ese fenómeno se hará eterno, no sabemos por cuánto tiempo seguiremos hablando de Marama y Rombai, pero sí estamos seguros que por un tiempo prolongado ambos grupos seguirán musicalizando un sinfín de reuniones y noches entre amigos, porque si todo comenzó bailando, todo puede continuar bailando también.