Una mala interpretación
Margen de Error (2019) es una comedia dramática y romántica dirigida, escrita y producida por Liliana Paolinelli, siendo ésta su cuarta película luego de Por sus Propios Ojos (2007), Lengua Materna (2010) y Amar es Bendito (2013). Protagonizada por Susana Pampín (La Luz Incidente, La Flor) y Camila Plaate, el reparto se completa con Eva Bianco, Daniela Pal, Cristina Coll, Victoria Carreras, Mónica Gonzaga, Pipi Onetto, entre otros. La cinta fue presentada en la última edición del BAFICI, donde estuvo nominada al Premio al Mejor Montaje de la Competencia Argentina.
La historia gira en torno a Iris (Susana Pampín), una señora que acaba de cumplir 50 años. Jackie (Eva Bianco), su pareja desde hace 23 años, decide armarle una fiesta sorpresa con el grupo de amigas que comparten. Entre los invitados se encuentra Maia (Camila Plaate), una joven tucumana que se vino a Buenos Aires para comenzar a estudiar ciencias políticas en la universidad. Maia es hija de Raquel (María Pessacq), vieja amiga de Iris, por lo que la cumpleañera no tiene problema en que la chica pase los primeros días en su casa hasta que consiga un lugar para alquilar. Luego de tener una conversación sobre las relaciones amorosas, Iris creerá que Maia, a pesar de la diferencia de edad, está enamorada de ella. De esta manera Iris se irá alejando cada vez más de Jackie y el hecho de sentirse deseada la hará meterse en bastantes problemas.
Entre confusiones, el miedo a no ser correspondido, secretos y una idealización que va creciendo, Liliana Paolinelli construye sin ningún tipo de prejuicios una trama alrededor del universo femenino. Gracias a las naturales actuaciones de Susana Pampín y Camila Plaate, al espectador le resulta muy sencillo dejarse llevar por las situaciones que viven estas dos mujeres. La empatía se hace presente durante todo el metraje, en especial porque los personajes nunca dejan de ser reales, haciéndonos sentir que tranquilamente tanto Maia como Iris y sus amigas podrían existir en la actualidad.
A través de mails y charlas cara a cara, las protagonistas desarrollan una relación que desde el afuera se ve de una forma muy distinta a lo que se piensa Iris. No obstante, la idea que va creciendo en la cabeza de Iris sigue siendo entendible ya que así actúa una persona que está enamorada: se obsesiona, no comparte sus sentimientos con su círculo más íntimo y cambia sus actitudes. El filme fluye sin problemas aunque en varias ocasiones puede llegar a sentirse que no está pasando nada relevante.
Por otro lado, la directora también se permite jugar con el clima. En el comienzo, cuando Iris y Maia pasean en el autobús turístico por las calles de Buenos Aires, la luminosidad del Sol hace que todo se vea mucho más lindo. A medida que avanza la historia el cielo pasa a ser nublado y lluvioso, lo cual está relacionado con el estado emocional en el que se encuentran las mujeres en ese momento.
Tan fresca como simple, Margen de Error se deja ver a pesar de contar con un desenlace muy poco satisfactorio en donde queda algún que otro cabo suelto que tranquilamente podría haberse cerrado con unos minutos más de metraje. No obstante, la película abre el camino a que más producciones nacionales aborden el lesbianismo desde una perspectiva 100% acertada: sin tabúes, natural y, por sobre todo, humana.