Liliana Paolinelli describe un micromundo de mujeres lesbianas en tono de comedia, sin prejuicios, inhibiciones ni dictados de la corrección política, sin caer en la solemnidad, sin pedir permiso. Los recursos son los del cine clásico (el coming-of-age, los ritos de iniciación de una adolescente tucumana de 18 años que llega a Buenos Aires para estudiar, las diferencias generacionales, los amores obsesivos propios de la comedia romántica, los celos, los secretos, las traiciones, los equívocos, los malentendidos, el matrimonio en crisis y la oportunidad del re-matrimonio), pero la realizadora cordobesa los retoma, los recicla y los redefine para una historia que solo podría ocurrir en el ámbito de ese grupo de amigas. Todo empieza con una fiesta de cumpleaños sorpresa y tiene su clímax en otra fiesta, pero de casamiento, en el ámbito de una estancia.
La protagonista es la espléndida Susana Pampín, quien desde hace 23 años está en pareja con una mujer (Eva Bianco) con la que no comparte casa y en cuya relación ya parece quedar poco margen para la sorpresa. Cuando la hija de una amiga (Camila Plaate) se instala primero en su casa y luego en otro departamento, ella se enamora y cree por ciertos indicios que podría ser correspondida. Llamadas, e-mails, encuentros y desencuentros... La película (en la que casi no hay hombres) fluye en la mayoría de las escenas con gracia, ritmo y desparpajo, apelando a buenos diálogos y a intérpretes muy dúctiles. Una agradable sorpresa.