Aún cuando podemos no conocer las interpretaciones musicales de esta figura eterna, Maria Callas se nos impone como el nombre de quién llegó a ser una diva irrepetible de la ópera, la incuestionable “número uno” y como muchos la llamaron o aún la llaman: “La Divina”.
Callas fue en su época una estrella internacional, entre los años 40 y 60 se impuso como el símbolo de la perfección del bel canto, capaz de actuar sus personajes con un histrionismo trágico y seductor únicos a la que cantaba con una voz superlativa. Se eterniza su marca imborrable en óperas como: “Norma” de Bellini con su magistral aria “Casta Diva”, “Aída” y “La Traviata” de Verdi, más “Tosca” de Puccini entre otras tantas que ha representado en su intensa carrera transformando la manera de cantarlas y de representarlas hasta el presente.
Este documental aborda una narración documental sobre María Callas que atrae de sobremanera ya que se instala en un relato construido desde la misma voz de la protagonista, articulando con un recorte de entrevistas diversas a la Callas contándose a sí misma, diseñando su propia identidad.
No existe en la producción cinematográfica sobre Callas un relato que la narre en este registro, aun cuando hay varios documentales sobre ella y también otras ficciones que intentan arribar a una reconstrucción de su vida, no solo en el plano profesional sino el más personal e íntimo.
Maria by Callas incluye una cantidad de material de archivo inédito hasta la fecha, y en algunos pasajes como sus arias más significativas estos están intervenidos por el uso del color sobre registros originales en blanco y negro. Y busca con el uso de distintos recursos no utilizados con anterioridad armar un nuevo retrato de esta artista controversial.
“En total hay dos personas dentro mío. Me gustaría ser Maria pero también está La Callas a la que tengo que responder. Así que debo lidiar con ambas de la mejor manera que pueda” esta confesión que ella misma hace en una entrevista en el año 70 a David Frost y vemos en los inicios del documental de Volf, deja a la luz una compleja idea sobre si misma, un aspecto que la define a lo largo de toda su vida y que influye sobre el final anticipado de su carrera y su frustrante vida personal.
Revelar este pasaje en los inicios del relato de Volf parece prometernos en parte que develaremos con profundidad los intersticios de esa dualidad, pero, el documental no logra instalarse en ese hueco que hay entre “Maria” y “La Callas” dejándonos como resultante una postal bastante uniforme sobre la vida de la gran artista. Disfrutamos del placer de escuchar sus arias completas en pantalla grande, de ver pasajes de su derrotero por el filme Medea (1969) de Pier Paolo Pasolini, contrastamos algo de su vida pública y su vida privada, pero la voz en primera persona no logra ser lo suficientemente íntima como propone el narrador.
A “La Divina” la conozco desde que era muy pequeña, en mi hogar se escuchaba ópera todos los días y mi padre en honor a esa pasión me dio el nombre de Victoria de los Ángeles, la cantante contemporánea a La Callas, a la que llamaron “la segunda” ya que la perfección del canto era sólo virtud de La Divina, y de Victoria de los Ángeles, según la interpretación de mi padre, era la virtud de transmitir toda la emoción, desde la voz imperfecta.
Hubiera esperado en este documental descubrir algo más de la emoción imperfecta de “La Divina”, pero esa búsqueda personal seguirá siendo una cuenta pendiente.
Por Victoria Leven
@LevenVictoria