Alejandro Maci, de una vasta trayectoria en productos televisivos (“En Terapia” “Sol Negro” “Fiscales” “Televisión para la inclusión”), luego de sus incursiones cinematográficas de ficción que son adaptaciones de importantes obras literarias (“El Impostor” / “Los que aman, odian”) dirige su primer documental basado en la icónica figura de una de las mujeres más relevantes del cine nacional, María Luisa Bemberg, de quien por estos días se cumple el centenario de su nacimiento.
Proveniente de una familia burguesa, Bemberg dispara “Tuve una infancia horrible” para describir un momento de su vida en donde el afecto estuvo completamente ausente y sus padres sólo parecían preocupados por sus buenos modales por lo que el vínculo más fuerte no lo estableció con ellos sino con sus institutrices.
A través de su historia familiar se evidencia un claro deseo de romper con todo lo que significasen los mandatos y las imposiciones: si bien se casó muy joven y fue una madre dedicada, a partir de su decisión de divorciarse – no demasiado común para la época-, comenzó a trazar un camino de búsqueda personal que fue plasmando a lo largo de sus películas. Con una mirada absolutamente impregnada de lo femenino, trajo una visión inusual para el cine de aquel momento, por lo que sus trabajos significaron una verdadera ruptura de paradigmas y un nuevo aire dentro de la producción nacional.
Probablemente hoy no llame tanto la atención una fuerte toma de posición de las mujeres dentro del cine, marcando sus historias con una sensibilidad femenina que abre las puertas a un abierto diálogo con el feminismo. Pero María Luisa Bemberg se atrevió a hacerlo en plena década del ´70, donde la toma de conciencia, la lucidez y su fortaleza hablaban de una enorme valentía y de la voluntad de participar en un cambio absolutamente provocativo no sólo para las mujeres sino más aún por la clase social a la que pertenecía.
“EL ECO DE MI VOZ” va recorriendo paso a paso toda su obra, a través de la mirada de Maci que conoció a María Luisa en pleno proceso creativo y trabajando a su lado durante más de una década (de hecho Bemberg ha sido la guionista de su film “El impostor”). Y a medida que recorremos cada una de sus películas no sólo se reviven anécdotas de filmación y el desarrollo de la obra de una gran cineasta, sino que además se van poniendo en contexto cada uno de sus trabajos y se va develando un secreto hilo conductor que aparece a lo largo de su carrera, con una coherencia estética y temática que pocos directores han logrado dentro del cine nacional.
Una de las cosas más interesantes que se escuchan en su propia voz, que el documental rescata fuertemente, son palabras que quizás hoy circulan abiertamente en los medios pero en el momento en que Bemberg las pronunciaba, eran realmente revolucionarias y transgresoras como su manifiesto de rebelarse contra “los códigos patriarcales que maniataron a las mujeres sexualmente, intelectualmente y emocionalmente”.
Inspirada en la figura de mujeres que trabajaron con enorme libertad dentro del mundo del cine como por ejemplo Agnès Varda, Bemberg comienza su trayectoria no como realizadora sino como guionista de “Crónica de una Señora” (1971), el filme de Raúl de la Torre en donde presentaba la figura de una mujer enjaulada y atrapada en los deseos de los otros, en mandatos patriarcales de los que intentaría soltarse. Fue luego el momento de colocarse detrás de la cámara, y allí también fue la guionista de sus propios trabajos.
Parece algo absolutamente increíble que el prestigio y la huella que ha dejado Bemberg en el cine, se haya cimentado en tan solo seis largometrajes. Su debut fue en 1981 con “Momentos” a la que se sucedieron “Señora de Nadie” y su popular y taquillera “Camila” en 1984 por la que la Argentina logró una de sus nominaciones al Oscar como Mejor Película Extranjera.
Una vez que su cine comenzó a tener sello propio trazó tres retratos de la rebeldía y la libertad femenina convocando para los protagónicos a figuras de trayectoria internacional como fueron “Miss Mary” (con Julie Christie), “Yo, la peor de todas” (con un gran trabajo de Assumpta Serna) y su último trabajo, “De eso no se habla”, una historia completamente transgresora y diferente que convocó a Marcello Mastroianni en el papel principal.
Alejandro Maci rescata amorosamente fragmentos de sus películas, material de archivo con valiosísimas entrevistas en donde Bemberg no solamente habla de cine sino que nos deleita con su pensamiento inteligente, irónico y rupturista sumado al testimonio de algunos de los que han compartido experiencias a través de sus trabajos y que han podido conocerla más de cerca y expresar su profunda admiración.
Para cualquier cinéfilo, recorrer con este nivel de detalle la obra de Bemberg es una verdadera fiesta y ese hilo invisible que va atravesando su obra, se presenta como un excelente recorrido para descubrir una de las personalidades más autónomas y osadas de nuestro cine.
“EL ECO DE MI VOZ” se transforma, al mismo tiempo, en un homenaje y un registro del legado que deja María Luisa Bemberg y rinde cuenta de la contribución que ha hecho para que nuestro cine nacional se posicionara dentro de lo más alto en el circuito de festivales internacionales con una mirada progresista y adelantada a su época.
Un documental que, quien ame el cine, no debería perderse.