En su segundo film, "María Magdalena", el australiano Garth Davis realiza un clásico relato bíblico aportándole austeridad y un tibio asomo crítico. Así como las dos últimas del año significan para la cartelera, la presencia de tan solo uno o dos estrenos, y de cajón seguro alguno navideño y/o animado.
Esta semana que atravesamos ahora significan dos cosas. Feriado extra large y primera aparición de los tanques de la temporada otoñal, y el estreno de alguna película religiosa, muy preferentemente bíblica. Las películas que narran la llamada Pasión de Jesús son como las comedias buddy movies de espías y/o policías, todos losaos hay por lo menos una.
Este 2018 presenta "María Magdalena", que sí, cuenta la historia que vimos en "La Pasión de Cristo", "Jesús de Nazareth", "La resurrección de Cristo", o "Hijo de Dios", entre muchísimas otras; pero se “diferencia” en hacerlo desde el punto de vista de la única apóstol mujer, María Magdalena.
Comparándola con las tres películas que nombramos, "María Magdalena" no tiene ni el gigantismo de "La Pasión de Cristo" (ni hablar de su morbo) y "Jesús de Nazareth"; ni resultan tan “machacadora” en sus postulados como "La resurrección de Cristo" o "Hijo de Dios".
Para ser justos, el tono adecuado del film de Garth Davis es bastante similar a la correcta y algo desapercibida "El nacimiento "de Catherina Hardwicke. Contar una historia, sin demasiados artilugios, y en un clima seco pero apacible. Rooney Mara es María Magdalena, una joven que rechaza su matrimonio impuesto y posee una ferviente devoción religiosa. Ella cree en las palabras del peregrino, el Raví que se encuentra conquistando a una parte de a población, y produciendo un fuerte rechazo en la otra.
Su familia desprecia su religiosidad, y cuando decida no contraer el matrimonio, será sometida a una vejación de la que solo saldrá anímicamente con la ayuda del Raví que se hace presente y la acoge.
A partir de entonces, María se unirá al grupo de seguidores del Raví, que, por supuesto, no es otro que Jesús, en la piel de Joaquin Phoenix. María tratará de convencer a otras mujeres, las defenderá del maltrato, e irá tejiendo una relación muy profunda con Jesús, siempre expresada desde la devoción. Haciendo uso de algunos saltos temporales, la historia irá avanzando durante todo el proceso de catolización y más precisamente durante la llamada Pasión.
El guion de Helen Edmundson y Philippa Goslett (esta guionista de "How to Talk to Girls at Parties", el último film de John Cameron Mitchell) denota el poseer pluma femenina. Sin pretender ser un alegato feminista ni nada cercano, otorga siempre el punto de vista a María Magdalena, y pone el foco en su relación con Jesús y la religión desde su condición de mujer.
Ayuda a otras mujeres amenazadas, cuestiona los mandatos femeninos de ese entonces, y hasta se anima a un análisis de la relación de los apóstoles entre ellos y para con ella.
Una última placa que aclara la “confusión” que hubo históricamente sobre su figura (ser considerada por un Papa como prostituta), deja en claro sus intenciones de reivindicar su figura como la elegida por Jesús.
Davis aplica algo que ya había utilizado en su premiada Lion, ese tono medio, cálido, aunque rústico, que no abusa de las puestas, y se nutre de cierta austeridad de recursos.
En aquel film le sirvió para ejemplificar una vida signada por la miseria – aunque recurría desde el guion a algún golpe bajo –, aquí se encuentra adecuado para narrarla vida de estos apóstoles que lo dejan todo para seguir sus creencias.
"María Magdalena" no pone el foco en la flagelación (es más, la crucifixión en sí no ocupa demasiado metraje), tampoco resulta extremadamente declamatoria sobre las creencias católicas (dentro de la consideración de ser este un film católico, por supuesto).
Lo único a criticar desde este punto, es una construcción de diálogos demasiado solemne, por momentos, bastante recitada.
A medida que avance, "María Magdalena" irá poniendo más el foco sobre los apóstoles, y en determinado momentos, sobre todo en sus tramos finales, se animará a una muy solapada crítica hacia la figura de Pedro (Chiwetel Ejiofor) y la construcción de en lo que se terminaría convirtiendo la Iglesia Católica, bastante alejada de las ideas originales de Jesús. Hasta encuentra una suerte de redención de quien fue Judas, poniéndolo en el lugar de una desconfianza generalizada entre los apóstoles y un arrepentimiento póstumo.
Esas luces dan la esperanza de algo que no llega a concretarse del todo, no pasa mucho más allá de una cáscara. Aún así, es algo, a diferencia de otros films mucho más panfletarios.
Rooney Mara se encuentra correcta, pero no logra destacarse. Lo mismo podría decirse de Joaquin Phoenix. El film de Davis no es actoral.
Propuesta clásica, "María Magdalena" es una elección correcta para quienes se inclinen por un film religioso, sin tomar demasiados riesgos cuenta la historia desde otro ángulo, y aunque sin diferenciarse del todo, logra algún destello original.