Semana Santa, calendario histórico para el estreno de películas con contenido religioso. Ahora con esta puesta a punto, desde el cine, de la revisión que hizo la iglesia, en un ayer nomás, de la figura de María Magdalena. El director australiano Garth Davis (Lion-Camino a casa) se propuso contar la "historia real" detrás de la controvertida MM, ni prostituta ni novia de Jesús sino una más entre los apóstoles, discípulos que seguían al mesías y lo acompañaron hasta la cruz. Según el film, fue ella, interpretada por Rooney Mara, la última que se quedó junto al líder y la primera que lo vio resucitar. Davis registra, en los mejores momentos de la película, la eterna violencia derivada del fanatismo, entre hombres que, intentando acercarse al santo milagroso -Joaquin Phoenix, intenso Jesús algo lunático-, terminan peleándose entre ellos. Y lo hace sin regodeos sangrientos innecesarios, destacando en cambio la fuerza de los vínculos con apóstoles que le compiten en intensidad creyente, como el Judas de Tahar Rahid. Tanta intensidad puede hacerse algo pesada para un relato que pretende contar la verdad detrás del viejo cuento. Seguramente, MM será más entretenida para los interesados en el tema o amantes del cine bíblico. Para los demás, ese tono solemne que recuerda en cada toma que estamos frente a algo muy importante, se siente algo excesivo.