María Victoria Menis ha mostrado a lo largo de su filmografía que sabe cómo llegar al fondo sensible de sus personajes. Esta fábula sobre la pobreza, basada en el amor entre dos chicos marginales de 13 y 17 años, esquiva muchos golpes bajos y el miserabilismo, riesgos mayores de una propuesta de este tipo. Pequeña, sensible y bien realizada, la película recorre al mismo tiempo una ciudad y sus suburbios como un laberinto que refleja las emociones de sus protagonistas.