Es la indagación del drama que protagoniza una mujer joven. La que en apariencia tiene una vida perfecta, felizmente casada, con un marido comprensivo, un buen trabajo. Está embarazada y a punto de comprar un departamento para tenerlo listo cuando nazca el bebé. Sin embargo en un chequeo de rutina llega la peor noticia, el feto no ha desarrollado, y aunque la mujer desea sacárselo inmediatamente, los médicos le aconsejan lo contrario, para preservar su cuerpo para el futuro. Entonces para ella comienza no solo el duelo por la pérdida sino también la convivencia con algo muerto en su interior, al que llama “mi hijo”, al que llora y rechaza. Impresiona esa mirada del mundo femenino sin concesiones. Y la locura que desarrolla. Sin embargo algo ocurre con el desarrollo de las situaciones que se reiteran o con motivaciones laterales que no se justifican del todo y que terminan de redondear un tema tan lacerante. Juana Viale tiene la responsabilidad de la cámara indagando sobre su cuerpo constantemente, con un tema tan difícil y árido. Dirigida por Maximiliano Pelosi que coescribio el guión con Diego A. Fleischer.