El último verano de Marcos
El hijo menor de la familia siempre fue diferente, ganándose algunas miradas juzgadoras por ser inteligente y más afecto a pasar el tiempo dentro de la casa con la madre que trabajando el ganado junto a su padre y su hermano mayor, en el puesto que les encomendaba el patrón.
Consciente de esto, su padre guardaba la esperanza de poder costearle estudios que le permitan aspirar a una vida mejor que la suya. Pero esos sueños se derrumbaron con su repentina muerte, dejando a la familia en una situación precaria. Ya no podían atender de la misma manera el puesto y eso implica la amenaza de tener que abandonarlo.
Pero con todo lo que esto implica, Marcos mantiene la alegría porque se acerca la época del año en que puede ser quien es. Durante los carnavales puede maquillarse y vestirse para salir de fiesta con su única amiga. Incluso jugar a seducir al hijo del patrón, uno de esos chicos que lo maltratan y bautizan Marilyn con desprecio para esconder su propio deseo.
Mientras baila Marilyn sonríe todo lo que Marcos no puede el resto del año, donde vive el silencio y la sumisión ante la violenta mirada de todo un pueblo que condena su ser y lo obliga a guardar en secreto lo que todos ya saben.
Camino Vedado
La existencia de Marcos es incómoda y él lo sabe. Molesta a su familia y al resto del pueblo: por más que apenas algunos se atreven a mostrarlo abiertamente, muchos lo hacen de forma solapada.
Solo tiene dos aliados en el mundo: uno de ellos muere súbitamente desbalanceando la lógica interna de su familia, y el otro tiene más voluntad que herramientas para entender cómo ayudarlo. Por ello no encuentra otra forma de relacionarse que bajando la cabeza y guardando silencio, aceptando los maltratos y la opresión como algo natural, pero sin que sirvan para que considere convertirse en la persona que el resto espera que sea. Tiene claro su deseo y lo que pretende, aunque no tenga tan definido quién es. No es Marilyn, aún no puede. Ese camino está tan prohibido que ni él se atreve a contemplarlo.
Hay algo de engaño en la trama deMarilyn, que de antemano parece de manual. Pero en algún momento indefinido deja de ser la previsible historia de coming outadolescente, su optimismo inicial se va esfumando con el pasar de los minutos a medida que los ataques para reprimir a Marcos recrudecen. Paso a paso se va oscureciendo su mundo y le es más difícil contener en su interior lo que sufre, oprimido también por su origen humilde.
Walter Rodriguez lo interpreta con desprejuicio y precisión en todo el espectro que le toca mostrar, sosteniendo gran parte del peso dramático de una película visualmente austera que se concentra en sus personajes para contar lo que busca decir.