El cine nacional ya nos tiene acostumbrados a entregar pequeñas películas de producciones menores pero de gran calidad, en donde el género road movie se vuelve la forma por excelencia para retratar las relaciones entre personajes y su evolución, como Historias mínimas (2002) de Carlos Sorín o uno de los últimos clásicos contemporáneos, Cómo funcionan todas las cosas (2015) de Fernando Salem. Mario on tour, de Pablo Stigliani (Bolishopping), se suma a esa lista, para recorrer con calma y distensión el vínculo de un padre divorciado, ansioso por recuperar a su reticente hijo adolescente.