Mario On Tour, segundo metraje del joven director Pablo Stigliani, es una película absolutamente nostálgica: Mario (Mike Amigorena) es un kidults un tanto inestable y con poca suerte: su madre acaba de morir, trabaja de “hacer” covers de Sandro, su hijo preadolescente no lo quiere ver, su ex mujer (Leonora Balcarse) es una lluvia de reclamos. Su único amigo, el Oso (Iair Said), le propone hacer una gira de fin de semana a la costa argenta para remontar y hacer unos “pesitos”. Mario -Amigorena realiza una labor sobria y bellamente modulada- acepta con la condición de llevar a Lucas (Román Almaraz), su hijo, para recomponer el vínculo, tarea que no le será fácil.
La road movie, se apodera de Mario On tour, los dos amigos y el niño encararan, a bordo de un Renault 18 break, un viaje que les cambiará la vida. Mario hace sus shows, se mueve al ritmo de Trigal -mi tema favorito de Sandro- , la cámara lo ama, la empatía hacia él es inevitable. Iair Said (uno de los mejores actores de a Nueva Comedia Argentina) es Damián, alias “El Oso”, el compinche, quien sostiene los parlamentos con naturalidad, es gracioso y tierno y le suma a la película el tono de comedia.
El trio debe llegar a Santa Teresita, aunque las cosas no saldran como ellos quisieran. Los enredos y los malos entendidos le daran gracia a una película que nunca pierde la esponeidad. Los acordes de las cancioncitas de Sandro y los bailecitos pélvicos de Amigorena, se vuelven pegadizos y resultan atractivos para el espectador. Con unos créditos finales que siguen homenajeando al “Gitano”, Mario On Tour es una comedia que muestra, sin volverse moralina, los vínculos de familia, el valor de la amistad y la pérdida de la inocencia.