Mami! Mami...?!
Tortuosa fábula de la factoría Disney que insiste en trabajar la culpa de los más pequeños. Esta vez le toca a un niño llamado Milo que se dedica a vivir su infancia a pleno, desobedeciendo a su madre, como corresponde, y permitiéndose ser todo lo desprolijo que la impunidad de su edad le habilita. Una noche Milo le espeta a su madre una frase desafortunada pero común en los pequeños, que como todos sabemos son seres desalmados en esencia. Con la culpa carcomiéndolo, Milo se levanta en mitad de la noche para pedirle disculpas a su progenitora, pero grande es su sorpresa al ver que unos extraterrestres la secuestran y sin dudarlo va en su ayuda. Los dos terminan a bordo de una nave que los lleva a Marte. A partir de allí Milo iniciará la aventura de su vida al intentar rescatar a su madre de una muerte segura.
La animación está hecha mediante el sistema de captura de movimientos, como en "El Expreso Polar", pero el dibujo de los personajes terrestres busca ser hiper-realista, lo que nos lleva a preguntarnos ¿por qué no usaron actores en lugar de dibujos?. Bien podrían haber interactuado con los dibujos y los fondos digitales, pero en cambio decidieron apostar a un método incapaz de transmitir emoción alguna.
El 3D no aporta demasiado, apenas sirve para dar más profundidad a las imágenes, algo que con pericia se puede lograr sin tener que apelar al artilugio de moda. La trama es obvia, sin gracia y abundante en golpes bajos; aunque los chicos, que no hilan tan fino, pueden entretenerse un rato con este chicle visual nada nutritivo.