Tenida como prisionera en un oscuro y frio lugar, Lucie logra escapar de su cautiverio. Un mes después, ella es llevada a un orfanato, donde conoce a Anna, quien se convertirá en su mejor amiga y confidente. Lucie (Troian Bellisario) es atormentada con terribles pesadillas sobre el terrible lugar donde era mantenida aislada. Diez años después una atormentada Lucie logra dar con las personas que arruinaron su infancia y decide tomar justicia por mano propia, acude a Anna (Bailey Noble) para contarle sobre los crímenes que ella acaba de cometer. Ambas se verán atrapadas y confusas en un lugar que esconde un terrible secreto que están a punto de descubrir.
En el año 2008 Pascal Laugier sorprendió en toda Francia dirigiendo una película de terror distinta a todo lo visto hasta el momento. Con pocos recursos llegó a demostrar que el terror puede ser muy claustrofóbico, escenas indescriptibles, no aptas para personas sensibles y con un final que deja una gran pregunta sin responder y de la que nadie sabrá su respuesta jamás.
La productora Blumhouse, creadora de éxitos taquilleros como la franquicia de Actividad Paranormal, La Noche del Demonio, Siniestro y otros productos del mismo género se compró los derechos para realizar una remake americana. Los encargados de dirigir la cinta son los hermanos Kevin Goetz & Michael Goetz. Esta remake es muy inferior a su antecesora en muchísimos aspectos, lo más notable es el gore de la cinta, que acá existe, pero se muestra poco y nada, más bien es casi nulo comparándose con la francesa. Pero lo que sí lograron mantener es el desenlace final (de forma no muy correcta), queriendo dándole un touch de algo más atrapante, pero quedando en la nada. Esta película sigue el ejemplo de todas (o la mayoría) de las remakes que llegan para un público renovado, que son muy inferiores a las películas en las que se basan; en éstas la esencia queda totalmente desperdiciada, en el limbo, jamás entenderemos el por qué de tomar una idea ya usada de una buena manera para ser arruinada con una versión totalmente indiferente. El gran problema de esta remake lo es todo, desde un pobre y triste guión, las pocas actuaciones destacables, pero lo más notable es el gore, o su ausencia. Pascal Laugier nos había entregado eso, escenas que a uno le quedaban grabadas en la mente durante horas luego de ver la película. A todo eso, también supo ponerle una gran pregunta de la que nadie tiene la respuesta y dar pié a que comience el debate.
Lo bueno: Casi nada. Mejor ver la película original del año 2008 dirigida por Pascal Laugier.
Lo malo: Todo, guión, actuación, pésima manera de adaptar algo que ya estaba bien realizado.