Terror francés filtrado por Hollywood.
Basada en el filme francés "Martyrs" (2008), con una interesante historia donde el sadismo no tenía límites, llega este remake norteamericano protagonizado por jóvenes y bonitas actrices (Bailey Noble y Troian Belisario, de "Pretty Little Liars").
Menos oscura y compleja que la original, pero con una producción más onerosa, la historia comienza de forma bastante similar pero luego el conservadurismo hollywoodense inserta unos cuantos cambios y cortes, para hacerla más accesible a su público.
Lucie y Anna se conocen de pequeñas en un orfanato y se convierten en inseparables amigas capaces de hacer cualquier cosa una por la otra. Lucie llegó al hogar luego de haber estado cautiva y ser torturada; las pesadillas sobre ese terrible hecho la han perseguido toda su vida.
Diez años después Lucie encuentra a quienes la han secuestrado de niña, y junto con Anna planean vengarse. Pero las cosas no salen bien, no era un simple secuestrador quien se había apropiado de Lucie si no una enorme y oscura organización, que a través de torturas buscaba construir mártires que los ayudaran a encontrar ciertas respuestas.
En la segunda parte del filme lo único que queda del original son las torturas y los enormes caudales de sangre. Con más dinamismo, mejor iluminación y más efectos visuales la esencia del filme anterior se pierde por completo. Esa oscura y esotérica secta que era capaz de cualquier cosa en busca de respuestas se convierte simplemente en "los malos", y las pobres chicas en "las buenas", simplificando así la historia y convirtiéndola en otro filme de terror más, sin un buen guión que lo sostenga, apenas una simple excusa para asustar y asquear al espectador; pero eso sí, sin chicas desnudas como en la original. Todo tiene un limite.