La película se encuentra basada en la novela del mismo nombre del escritor Charles Martin dirigida por el holandés-palestino Hany Abu-Assad (“Paradise Now”, “Omar”). Si miras con atención el tráiler rápidamente descubrís la trama.
Todo gira en torno a dos extraños que se conocen circunstancialmente en el aeropuerto, los vuelos son cancelados debido a una tormenta, estos pasajeros son: un neurocirujano Ben Bass (Idris Elba) y la fotógrafa periodista Alex Martin (Kate Winslet), cada uno debe llegar a destino por distintas razones.
Ella le propone a este desconocido contratar un piloto para llegar a destino, esta avioneta es conducida por Walter (Beau Bridges), pero este sufre un infarto en pleno vuelo y se estrellan en una zona montañosa cubierta de nieve y a varios metros de altura.
Ellos quedan mal heridos y se encuentran en medio de la nada, con poca comida, sin celulares, bajo un pintoresco paisaje que en esta oportunidad para ellos resulta inhóspito dado que allí hace mucho frío aunque sea enero y están desprovistos de todo.
Si bien resulta previsible vemos estos dos personajes que solo se tienen el uno al otro y luchan para sobrevivir, bajo personalidades e ideas muy diferentes entre sí y una vez más se muestra en el cine la capacidad que tiene el ser humano de sobreponerse a situaciones extremas.
Se encuentra muy bien filmada, con un importante plano secuencia para mostrar el accidente, cada detalle, técnicamente asombrosa, tiene realismo y rodada bajo escenarios naturales prodigiosos se puede apreciar como el ser humano se ve chico ante un paisaje imponente.
La historia se sostiene gracias a los protagonistas que tienen química, transmiten lo que están viviendo ante las miradas, los gestos, los silencios y lo corporal. Resulta un buen pasatiempo y posee algunos mensajes