Más fuerte que el destino

Crítica de Brian Macchi - Fancinema

EL AMOR ES MÁS FUERTE

El amor es el motor más poderoso del mundo. Cualquier persona que lo sienta puede atreverse a realizar cosas que tal vez en su vida cotidiana no haría o lo pensaría dos veces. Viajar miles de kilómetros por encontrarse con ella -o él-, escribirle poesía a alguien que no conoce o armar un cartel para alentar a esa persona en un maratón. Este último gesto amoroso es el inicio de Más fuerte que el destino, film que sigue la historia de Jeff Bauman, un hombre común y corriente que pasa a la fama luego de sobrevivir al atentado del Maratón de Boston en 2013, convirtiéndose en un “símbolo de esperanza” de su ciudad y de los Estados Unidos.

La película empieza con el hecho simple que deriva en todo el desarrollo posterior: qué hacía Bauman en el maratón. Estaba allí para darle aliento a su ex novia, la cual corría en el evento, e intentar recuperar su amor. El decide hacerle un cartel para llamar su atención teniendo la mala suerte de colocarse -justo- donde estallaron las bombas que provocaron la tragedia. Esto ocurre en los primeros instantes del film y a partir de allí, el relato exhibirá cómo intenta sobrellevar las consecuencias de lo sucedido, las diferentes reacciones de sus familiares y amigos, y sus sentimientos ante la adversidad.

Más allá del destino es un correcto relato sobre superación personal, el cual mantiene una narración alejada de la sensiblería, mostrando las sensaciones del sobreviviente de una tragedia y presentando los dramas personales que tiene que sobrellevar el protagonista, desde un punto de vista cercano. A su vez, exhibe cómo se lo toma como un “símbolo para la sociedad”, tratando de presentarlo como un fenómeno en vez de reflexionar sobre lo sucedido. En estos instantes se observa en forma concreta cómo la familia pretende sacar el mayor provecho de la situación, siendo su novia la única que piensa en lo que le pasa al “bueno” de Bauman.

En todo este pasaje, se destaca la enorme actuación Jake Gyllenhaal, un intérprete que parece sentirse a gusto con roles donde debe superar adversidades y esta no es la excepción, acompañado por un elenco que cumple su tarea al detalle, donde se ve la mano de un director que supo entender el rol de cada personaje en esta historia real. Lamentablemente hacia el epílogo, la película comienza a caer en escenas sensibles que podrían omitirse o tener otro tratamiento, y que se nota claramente que adquieren ese tono en pos de cerrar la historia. De todos modos, Más fuerte que el destino es un film correcto, con buenas actuaciones, que permite conocer una historia quizás alejada a nuestra tierra pero que es digna de contar. Tal vez si el cierre hubiera sido distinto, sin remarcar tanto el mensaje ni la búsqueda de la lágrima fácil, estaríamos hablando de otra cosa. Esta no defrauda, pero tampoco impacta o emociona.