Es un drama basado en hechos reales, que cuenta lo que le ocurrió a Jeff Bauman que fue a alentar a su ex novia en el maratón de Boston en el 2013 y como consecuencia del ataque terrorista perdió sus dos piernas. La película dirigida por David Gordon Green, le escapa la historia de superación personal basada en hechos reales, que tiene todos los lugares comunes. Este film los posee, pero muestra además, y gracias también al trabajo y la entrega de Jack Gyllenhaal, que le pasa a ese hombre que sufre la amputación de sus piernas cuando, con el beneplácito de su familia, una madre dominante y borracha, hombres que se aprovechan de la situación, se transforma en un héroe mediático. Así acumula compromisos en cachas de béisbol, futbol americano, hospitales con otros heridos, programas de televisión. Llega un punto en que, incomprendido por todos, menos por su ex que se transforma otra vez en su pareja, tiene cada vez mas angustia y pánico en esos actos multitudinarios que lo endiosan, mientras el se destruye con el alcohol y no hace nada por su rehabilitación. Hasta que un hecho puntual lo hace reaccionar. Buscador de la lágrima en la audiencia, no le escapa a la crudeza de la situación psicológica del protagonista, ni a la sangrienta reconstrucción de lo sucedido. Solo esa verdad, ese detrás de escena de la utilización del héroe, sin ninguna piedad, las ventajas de sus allegados que se desentienden de sus verdaderas necesidades, le otorga a este film lo más interesante.