Jake Gyllenhaal encarna a un hombre que pierde ambas piernas en el atentado que tuvo lugar en la Maratón de Boston. El filme del director de “George Washington” cuenta su historia de heroísmo público y sufrimiento privado.
Es probable que Jake Gyllenhaal y Miles Teller estén siguiendo caminos parecidos en cuanto a los papeles que eligen (uno podría sumar también a Mark Wahlberg a esta lista). Veteranos de guerra, boxeadores, policías, sobrevivientes de accidentes, etc. De los tres, Jake es el que suele salir de manera más airosa de estos desafíos interpretativos siempre complicados.
En MAS FUERTE QUE EL DESTINO, el nuevo filme del ya veterano del cine indie (y no tan indie) que es David Gordon Green, Gyllenhaal encarna a un hombre que fue víctima del atentado en la Maratón de Boston, perdiendo las piernas en la explosión que tuvo lugar en la línea de llegada. El filme cuenta su historia: su difícil adaptación, sus crisis personales, sus peleas y conflictos familiares (su madre es un personaje al borde de lo temible) y la complicada relación que tiene con su pareja (Tatiana Maslany).
Se trata de otro filme que busca retratar de una manera realista y no excesivamente melodramática (un tono que el heterodoxo y cambiante director de JOE y PRINCE AVALANCHE maneja a la perfección) un drama personal ligado a un hecho público/político. Y por lo general sale muy bien parado del complicado desafío de contar otra historia centrada en las discutibles y complicadas nociones de heroísmo público cuando, en la intimidad, lo que prima es el sufrimiento.