El atentado de la maratón de Boston fue un acto terrorista que ocurrió el 15 de abril de 2013. En el lugar de los hechos detonaron artefactos explosivos (ollas a presión rellenas de metralla) que estaban estratégicamente colocados justo antes de la línea de meta final. La tragedia dejó un saldo de 3 personas fallecidas y 282 heridos.
Más fuerte que el destino (Stronger; 2017) relata la vida de Jeff (Jake Gillenhaal), un hombre común y corriente que estuvo en el lugar equivocado y en el momento equivocado. Su vida da un giro de 180 grados, tras ser una de las víctimas del terrorismo ese día en Boston logra sobrevivir pero pierde ambas piernas.
Más fuerte que el destino demuestra con lujo de detalles la debacle, el sinsentido de la vida y la depresión de un individuo que, a pesar de su presente negro, es vitoreado como héroe nacional, pues claro Jeff ha burlado a la muerte pero lo que le queda en vida no es un camino sencillo. Es admirado por sus compatriotas y lo invitan a juegos deportivos y eventos como a una especie de speaker positivista, muy a pesar suyo (remarcando el patriotismo y la camaradería estadounidenses con luces y bombos).
Es interesante la química entre Jake Gillenhaal y Tatiana Maslany como pareja en una situación nada romántica. En contrapunto hay una situación que deja un gusto amargo, más allá de su temática, la complacencia y la corrección política no permiten que el film tome vuelo y se afirme como una obra sustancial.
Es una película con buenas intenciones, de superación y hasta algunos podrán ver un canto a la vida. Si afirmo que no hay nada acá que no se haya visto antes y a eso le sumo un héroe nacional de propaganda es probable que el espectro de público que la encuentre novedosa sea muy acotado.