Llega a las salas argentinas el último trabajo de David Gordon Green (“Undertow”, “Pinapple Express”) que nos acerca un relato basado en hechos reales.
El año pasado se estrenó “Patriots Day” de Peter Berg sobre el atentado terrorista de la maratón de Boston de 2013, que dejó un saldo de tres personas muertas y otras 260 que resultaron heridas. Aquella cinta ponía el foco en la investigación posterior al hecho fatídico con el objeto de dar con los autores intelectuales. En la película que aquí nos convoca el eje está puesto en una de las víctimas de aquel nefasto día y en su proceso de recuperación.
El largometraje está basado en la novela de Jeff Bauman, en la cual cuenta los acontecimientos representados en el film protagonizado por Jake Gyllenhaal (“Nocturnal Animals”) y Tatiana Maslany (“Orphan Black”). La historia de Jeff es la de un hombre común y corriente que se ganó el corazón de su ciudad y del mundo al convertirse en un símbolo de esperanza luego de sobrevivir al atentado de la Maratón. Él se hallaba en la línea de llegada esperando a su ex novia con un cartel con el objetivo de volver a conquistarla. Lo que el hombre no sabía es que se iba a parar prácticamente al lado de una de las dos bombas que explotaron en el lugar. El siniestro le costó sus dos piernas y, a pesar de que toda su familia y el país lo quisieron convertir en un héroe, él solo quería afrontar la situación en silencio y acompañado de Erin (Maslany).
La cinta transita por varios lugares comunes y clichés de las historias de superación. No obstante, la inmensa interpretación de Gyllenhaal y el tremendo compromiso compositivo de Maslany hacen que la película se eleve por sobre la media de este tipo de relatos.
Quizás una de las grandes falencias de la historia tiene que ver con el exacerbado espíritu nacionalista de la película, cosa que no pasaba tanto en la propuesta dirigida por Peter Berg. Igualmente, el protagonista se siente incómodo con su papel de “héroe” y a veces no termina de quedar clara la declaración que quiere hacer el film al respecto.
Lo que más sorprende de la obra presentada tiene que ver justamente con el personaje de Erin, cuya lucha interna y externa es igual de compleja que la del mismo Bauman, ya que tendrá que afrontar a la familia irresponsable y exaltada del susodicho, a los demonios internos de Jeff que además de sus discapacidades físicas lleva un tiempo largo (y previo a lo visto en el relato) luchando contra una madurez emocional importante y una falta de compromiso con su pareja, y también la inminente llegada de un bebé no buscado que se suma a la serie de complicaciones que presenta la trama.
“Stronger” no presenta nada que no hayamos visto en muchas historias de autosuperación. Sin embargo, que esté basado en personajes reales y las inmensas actuaciones del dúo protagónico hacen que la experiencia sea interesante.