La historia se repite
¿Cómo reflotar un clásico de terror? Parece ser la pregunta que mejor responde Masacre en Texas 3D (Texas Chainsaw 3D, 2013), que sin estar a la altura de la original, encuentra un argumento válido para continuar con la historia del loco de la motosierra.
Final de la película original, La masacre de Texas (The Texas Chain Saw Massacre, 1974): la rubia escapa de la familia de maniáticos e inmediatamente llega la policía y un grupo de organizado por el pueblo con el fin de hacer justicia divina. Los tipos resultan ser tan sádicos como los enfermitos que disfrutaban torturando gente e inician una matanza quemando la casa con la familia Swayer dentro. Pero sobrevive uno (siempre sobrevive uno), una bebé que, elipsis temporal mediante, es hoy en día una sexy joven que hereda la mansión familiar. En ella se ocultan más de un secreto de sus perversos ancestros.
La historia se repite, salen los amigos en una furgoneta buscando pasarla bien y de paso conocer la herencia de Heather Swayer. En el camino levantan a un desconocido que hace dedo y todo comienza a tornarse siniestro. Un gran ejemplo de cómo continuar sin deformar –ni manchar- el clásico de Tobe Hooper. Porque lo importante es que la danza de tripas que venga luego tenga justificación.
Quizás uno de los problemas de la película sea justamente que abusa de las explicaciones. Si nos remontamos al original, el encanto procedía del inexplicable gusto por la masacre que tenía la familia Swayer. Asustaba la falta de motivos y razones para realizar tan macabros exabruptos. Masacre en Texas 3D, en su afán por darle forma a la secuela, cae en la tentación de fundamentar lo innecesario, y perdiendo así la posibilidad de asustar realmente a las nuevas generaciones. Sin embargo, la idea de los “fundamentalistas texanos” que masacran en favor de la justicia es muy interesante, y contemporánea.
Masacre en Texas 3D logra, sin jamás superar a la original, respetarla y hacerle honor (como corresponde) aportando datos de sumo interés para los fanáticos de la saga.