La estafa "perfecta"
La idea del "golpe perfecto" siempre estuvo presente en el cine. En esta comedia nacional de Diego y Pablo Levy no hay grupos comandos ni delincuentes peligrosos, pero sí alguien que se quiere ver beneficiado por una estafa realizada con una tarjeta de crédito.
Mariano Cohen (Alan Sabbagh, visto en Mi primera Boda)) tiene todo fríamente calculado para conseguir lo que le falta antes de casarse con su novia (Paula Grinzpan) y la operación se pone en marcha cuando su cuñado (Pablo Levy) lo alienta para ejecutarla. Comprar sin pagar primero y denunciar después para que el dinero sea restituído.
Masterplan acumula mentiras y una oleada de enredos cuando las cosas no salen como estaban planificadas. Mariano, atormentado con la idea de que alguien pueda descubrirlo, complica aún más el caso cuando se deshace de su adorado Siam Di Tella, y denuncia el robo.
Con este esquema, los directores (que exhibieron el film en el BAFICI y acreditan el documental Novias-madrinas-15 años) realizan una comedia simple, sin otras pretensiones que las de entretener, con un humor directo y gags acertados. En la trama, la dupla de opuestos está construída a partir del "vivo" que la pasa bien y el otro que sufre las consecuencias.
Mariano sufre por las llamadas de un inspector de la compañía de seguros (Campi), los reclamos de su novia y los maltratos de un perito de la policía (Carlos Portaluppi). Sin embargo, su única preocupación pasa por su flamante auto y la relación que entabla con quien ahora vive dentro de él, un hombre de la calle que, a pesar de su locura (o la de ambos), es el único que parece entenderlo.
El relato pone en primer plano a un verdadero perdedor arrepentido de lo que hizo para "salvarse". La acción, sostenida por diálogos graciosos, se desarrolla entre restaurantes chinos y la familia judía de su novia. Mariano es el claro ejemplo de lo que nadie querría ser o hacer.