Riley North llevaba una vida tranquila y sin incidentes con su esposo Chris y su hija de 10 años, Carly. Seducidos por la idea de ganar dinero en forma rápida para aliviar su carga financiera, Chris, es atraído por una gran oportunidad de “negocios” con un poderoso cártel de drogas.
Una noche, Riley y su familia son brutalmente abatidos, dejando a Riley en coma, con pocas posibilidades de sobrevivir. Después de enfrentar la terrible realidad de que ha perdido a su familia, Riley lleva a cabo un juicio contra los asesinos pero los cargos se retiran y quedan en libertad. De un momento a otro, la vida anterior de Riley se desvanece, y ella es consumida por la necesidad de hacer lo que el sistema de “justicia” no hará... transformándose de ciudadana común a justiciera.