En esta oportunidad, el director de “Venganza” (2008), y “Caza al asesino” (2015), Pierre Morel, nos presenta un relato cargado de acción, pero que lejos de escapar de lo predecible, subraya lo obvio. Con un argumento pobre y un guión que no logra convencer al espectador, “Matar o morir” se transforma en una película de venganza más condenada al olvido.
En la búsqueda por vengar un hecho trágico que marca su vida, Riley North (Jennifer Gardner) se enfrenta a un sinfín de criminales, que si bien dan batalla, no logran contra la fuerza inconmensurable de una mujer que lo ha perdido todo (¿un poco cliché, no?)
Las secuencias de lucha y disparos, que constituyen el núcleo de la película son abundantes y casi siempre iguales: vemos a la protagonista pelear de forma incansable hasta lograr su objetivo. El filme tiene dos grandes bloques, en el primero se relata como es la cotidianidad de los personajes, su presente, y tras el punto de inflexión que desencadena el accionar de la protagonista, un segundo bloque, que podríamos llamar “la venganza”, en donde Riley acomete contra todo y todos los que se oponen a su objetivo.
El argumento es sencillo, y si bien podría resultar efectivo, no logra su fin: la historia se vuelve predecible desde el comienzo. Sin sutilezas, y con un guión fallido, a cargo de Chad St John, “Matar o morir” cuenta con un factor a su favor: su protagonista, Jennifer Garner, a quien es difícil dejar de ver durante la película. La actriz demuestra su profesionalismo y versatilidad de poder interpretar el rol que se le presente.