Encuentros y desencuentros
El matrimonio de Esteban y Milli atraviesa una crisis importante luego de 23 años de casados. Con una hija ya emancipada que está estudiando fuera del país, la pareja debe afrontar la dura tarea de redescubrirse y reencontrarse.
En ese extraño contexto en que cada coincidencia agranda la impresión de alienación y extrañamiento como si el destino se encargara de destacar una fatalidad, el relato reconstruye un día entero en la vida de estos personajes que deambulan por la ciudad buscándose.
Inspirada libremente en la novela Ulyses, de James Joyce, con guión de Marcela Silva y Nasute, el director Carlos M. Jaureguialzo ha sabido construir en Matrimonio una estrategia narrativa inteligente y con buen ritmo, lo cual resulta un doble mérito si se tiene en cuenta que el argumento prácticamente descansa no en acciones, sino en impresiones, sensaciones y diálogos en off, poniéndose todo el énfasis dramático en la tarea de los actores protagonistas.
El modo en que el enunciador nos da a entender que comienza el flashback con la experiencia del día del segundo personaje es ya toda una muestra de sobriedad y consistencia en el uso de los recursos formales.
Cabe destacarse las excelentes actuaciones de Darío Grandinetti y Cecilia Roth, y vale la pena mencionar además el empleo expresivo y muy bien dosificado de los decorados en exteriores.