En el margen
La película de Hernán Rosselli, presentada en la Competencia Internacional del 16 BAFICI, es un drama que ingresa en el universo de Mauro, joven de clase media baja que junto a su socio y amigo falsifican dinero.
En los márgenes habita el joven Mauro; márgenes sociales y psicológicos. No tiene una sólida contención familiar (su madre le suministra pastillas para que duerma, pero no le brinda un diálogo para ayudarlo a expresar su drama) ni tampoco tiene amigos que lo ayuden a vislumbrar una vida mejor. Al ya apuntado problema para dormir, se le adosa el consumo de cocaína y una personalidad parca, introvertida, tal vez la respuesta a la apatía del ambiente en el que se mueve. Uno de los aciertos de Mauro (tal vez, el mayor) es de índole formal: Hernán Rosselli sabe ubicar en el contexto a su personaje y, sin regodeos ni efectismos, pone foco en el conurbano sur bonaerense de una forma similar a la que empleó Pablo Trapero en su celebrada El bonaerense (2002). El parangón es, además, generacional; como aquella troupe que Trapero integró, la del denominado “Nuevo Cine Argentino”, al realizador de Mauro le toca trabajar con un personaje de pocas palabras y muchos conflictos.
Mauro tiene una ocupación particular. En la casa de un amigo que pronto será padre, trabaja en un taller de serigrafía en donde se falsifican pesos. Los mismos con los que más tarde realizará compras para adueñarse del cambio “auténtico”; actividad que parece sumirlo en una monotonía aún mayor. En una de esas jornadas, conoce a una chica con la que inicia un romance. Tal vez, la oportunidad para mover ese universo interno que lo perturba.
¿Por qué Mauro no termina de resultar una propuesta enteramente sólida? Los problemas son más bien narrativos. Con una primera media hora que genera climas y que, sin redundancias, nos presenta a los personajes, Rosselli arroja cartas con las que luego no juega. O, mejor dicho, con las que se precipita hacia el final, y que apuntan más al entorno viciado de Mauro que a Mauro propiamente dicho. No termina de ser muy convincente la tríada que se genera entre Mauro, su novia, y los amigos/socios. Y, sin perder coherencia estética, el final del personaje parece más la consecuencia de una tesis sobre la sociedad que el devenir de la trama. No obstante, sin lugar a dudas estamos frente a realizador joven que promete mucho, y que ha sabido elegir un casting adecuado y efectivo. Habrá que seguirle los pasos.