La guerra tecnológica
"Good Kill" es la última película del irregular director Andrew Niccol, cuyo curriculum tiene algunos títulos muy buenos como "Gattaca" y "El señor de la guerra", y por otro lado otros bastante flojos como "Simone", "El precio del mañana" y "La huésped". Por suerte este nuevo trabajo se ubica más cerca de sus buenos productos, ofreciéndonos una historia distinta, que por momentos pone en vilo nuestros valores morales.
El Mayor Thomas Egan (Ethan Hawke) es un ex piloto de aviones de combate que por el avance de la tecnología y los cambios en las políticas de combate de los Estados Unidos, es relegado a piloto remoto de drones apostado en el territorio de Las Vegas.
Su trabajo es básicamente apuntar misiles desde un drone a blancos terroristas en oriente. De por sí es un trabajo estresante, en el que tiene que soportar cosas como ver atrocidades sin poder hacer nada al respecto si no recibe una orden directa de acción, en algunos casos asumir "daños colaterales" de gente que estaba cerca de los blancos al momento de efectuarse el disparo y por supuesto, no olvidemos el eliminar personas a través de un dispositivo remoto de control. Esto le genera al Mayor muchos problemas morales y psicológicos que lleva a su casa con su familia.
La trama básicamente se enfoca en este día a día de una persona que debe activar un dispositivo para matar personas, nada más. En mi opinión es un buen drama, bien elaborado, que nos va llevando por el mismo camino sinuoso del protagonista y nos pone en los mismos dilemas. El horror de la guerra se hace presente más allá de la distancia que tiene el Mayor Egan con sus blancos y esto me parece muy bueno, muy bien logrado. La guerra es guerra, y los horrores de la misma no pueden minimizarse. Acompañan a Hawke la ascendente Zoe Kravitz, Bruce Greenwood y January Jones entre otros.
Una buena propuesta de drama y suspenso que los mantendrá interesados y reflexivos sobre los acontecimientos que se van sucediendo.