Maze Runner: La cura mortal

Crítica de Sol Videla - Alta Peli

Dirigida por Wes Ball, el mismo detrás de sus dos predecesoras, y basada en la novela de James Dashner, la llegada de Maze Runner 3: La Cura Mortal se hizo esperar debido a la lesión de Dylan O’Brien (Thomas) durante el rodaje. La fecha de lanzamiento de la película originalmente estaba programada para febrero de 2017, debiéndose posponer hasta enero de 2018, regalándonos una extendida espera de más de dos años en la que el interés indefectiblemente va menguando.

Empezamos unos meses después de donde nos había dejado Maze Runner: Prueba de Fuego: Thomas junto a Vince más la gente del Brazo Derecho, y Minho en poder de CRUEL. No nos olvidemos además que la película anterior terminó con Teresa traicionando a todos sus amigos y partiendo con la Doctora Ava Paige.

Antes siquiera de que aparezca en pantalla el título, ya comenzamos a pura acción y emoción con una persecución de un tren en movimiento, unos autos al estilo Mad Max, y el posterior rescate de un vagón lleno de inmunes.

Thomas, Newt y Sartén emprenderán un viaje lejos de la protección del Brazo Derecho, con el objetivo principal de salvar a su amigo Minho. Están dispuestos a hacer todo por él, incluso poner en riesgo sus vidas. Vince, el líder de esa organización enemiga de CRUEL, intenta persuadir a Thomas de que no vaya, pues por salvar la vida de uno pone en riesgo la protección de todos los inmunes y jóvenes que han rescatado. Obviamente, nuestro héroe hará el viaje igual, y en el camino hacia la legendaria Última Ciudad encontrará varios problemas: cranks (zombies), agentes de CRUEL y viejos conocidos.

Una plaga mortal. Unos pocos inmunes. La búsqueda desesperada de una cura milagrosa.

En esas tres simples frases se resume Maze Runner 3: La Cura Mortal. Constantemente se le dirá a nuestro protagonista que deje de intentar retrasar lo inevitable. En una escena, Brenda le dirá: “No puedes salvar a todos Thomas”, y él responderá como todo gran héroe: “Puedo intentarlo”.

A medida que avanza la trama nos comenzamos a preguntar si está última película podrá resolver todos los misterios planteados en la saga, y descubriremos con tristeza que algunas finalmente no tendrán respuesta, porque es ahí justamente donde falla La Cura Mortal:en el guión.

Además de que vamos adivinando todo lo que va a ocurrir, sucede algo bastante odioso: cada vez que un personaje sale de escena por un tiempo, volverá en el momento indicado, JUSTO para salvar una situación que parecía no tener escapatoria. Pero a no confundirse, Maze Runner 3: La Cura Mortal no es tan mala como su predecesora, quien pecaba de larga y tediosa, pero nunca será tan brillante como la primera entrega.

Pareciera que este es el fin de la moda de las adaptaciones de novelas Young-adult, esas con mundos post apocalípticos y toda la esperanza depositada en un adolescente diferente a los demás. Ya lo vimos en Los Juegos del Hambre, la saga Divergente o La Quinta Ola, pero Maze Runner había intentado algo distinto, se destacaba y planteaba muchísimos interrogantes: ahora, al mirarla como un todo, resulta débil y la emoción decrece en lugar de aumentar.

Agradecemos que no hayan querido dividir la última entrega en dos partes (como se acostumbró en otros casos). Quizás el fantasma de no poder terminar la saga (o tener que terminarla en versión televisiva como Divergente) sumado al hecho de que los protagonistas no serán jóvenes adultos por siempre (O’Brien ya tiene 26 años), apartó esa ridícula idea de las posibilidades.

Conclusión

Un guión flojo, con varios cabos sueltos y una tibia conclusión. Un apartado visual correcto, con mucho uso de chroma, y gran despliegue para mostrarnos ese mundo desastroso y devastado. Se nota que Wes Ball se dedicaba -antes de sentarse en la silla de director- a supervisar efectos especiales. Actores con buena química, algo esperable luego de tres películas, aunque Kaya Scodelario, quien interpreta a Teresa, no termina de convencer o por lo menos no genera empatía al no lograr transmitir emociones.

Maze Runner 3: La Cura Mortal es una sucesión de escenas de acción inquietantes llenas de acrobacias, persecuciones y explosiones, un espectáculo decente aunque no llega a ser épico. Los fans de la saga la van a disfrutar, el resto deseará que no dure 142 minutos.