Stephen King fue el pionero en contar este tipo de historias, con un conflicto más interesante, en su excelente novela "La larga marcha", que publicó en 1979 bajo el pseudónimo de Richard Bach.
La trama se desarrollaba en un futuro distópico donde Estados Unidos estaba controlado por un gobierno totalitario. Una vez al año se hacía una carrera donde un grupo de adolescentes tenían que correr una larga distancia para salvar sus vidas. No había paradas y el que se quedaba en el camino era ejecutado por los soldados del ejército.
El ganador recibía como premio cualquier cosa que deseara por el resto de su vida, si es que llegaba a completar la carrera.
Una joya de King que lamentablemente ningún estudio de Hollywood logró adaptar en el cine en las últimas décadas. Se hicieron varios intentos y el director Frank Darabont estuvo cerca de hacer la película, sin embargo el proyecto luego se pinchó.
Una lástima porque queda claro que estas historias despiertan interés en el público. Así lo demostraron los recientes clones literarios como "Los juegos del hambre" y "The Maze Runner", que más allá de algunos cambios argumentales, no hicieron otra cosa que refritar el mismo concepto que King desarrolló a fines de los ´70.
Futuro distópico, gobierno totalitario y adolescentes que luchan por sobrevivir en alguna competencia, mientras enfrentan al sistema.
The Maze Runner es una adaptación de la novela de James Dashner que combinó un poco "La larga marcha" con "El señor de las moscas", de William Golding.
La película representa la ópera prima de Wes Ball, quien hasta ahora venía trabajando en Hollywood en el campo de los efectos especiales.
Con este film brindó una propuesta que logra ser amena y entretenida gracias a un reparto decente de actores jóvenes y su labor a la hora de construir la intriga que se gesta alrededor del conflicto.
Dylan O´Brien, protagonista de la serie de MTV, Teen Wolf, interpreta con convicción al héroe de esta historia y en términos generales el resto del reparto también brinda un buen trabajo.
La película del director Ball consigue ser entretenida por el suspenso que tiene la trama y el misterio que se genera alrededor del peligroso laberinto que le impide a los protagonistas recuperar su libertad.
Las secuencias de acción son buenas y desde los aspectos visuales The Maze Runner está muy bien hecha. El inconveniente de este film es que decae hacia el final cuando se revela la situación en la que se encontraban los protagonistas.
Sin embargo, esto no es culpa del director sino que es así la historia original de James Dashner. En lo personal el giro que tiene la trama me pareció bastante trillado y esperaba que el misterio en torno al laberinto fuera un poco más interesante.
Es obvio que el estudio Fox intentó capitalizar el éxito de Los juegos del hambre con una propuesta que está dirigida al mismo target juvenil de espectadores. Habrá que ver ahora que pasa con el público.
La película deja la puerta abierta para la continuación que esperemos se realice así no queda todo en la nada como ocurrió con la trilogía de La brújula dorada.