Basada en la novela homónima de James Dashner, The Maze Runner es la primer parte de una saga que consiste en tres secuelas y una precuela. El film fue dirigido por el debutante Wes Ball, quien formó parte del equipo de efectos visuales en trabajos como Beginners: Así se siente el amor. Esta película entra en la serie de adaptaciones de novelas categorizadas como Young Adult (Joven Adulto).
The Maze Runner está situada en un futuro distópico en donde un grupo de jovenes se encuentra aprisionado en un lugar cuyo área más peligrosa es el laberinto que los rodea. El largometraje recuerda a obras de la literatura como Lord of the Flies o El Laberinto del Minotauro por momentos. De la larga lista de adaptaciones de libros para jóvenes, The Maze Runner es el film más ajustado, con una estructura más clara y precisa. La película comienza abruptamente y no pierde el tiempo en una lenta explicación/exposición o construcción
del mundo apocalíptico que habitan los protagonistas con la mera excusa de crear secuelas. El producto peca de tener un tono solemne, pero lo compensa con un clima tensa y un tanto misterioso, lo cual logra que la película sea entretenida a pesar de que por momentos se tome demasiado en serio a sí misma. Uno de los puntos menos distintivos de la película es sin dudas su fotografía en la que todo termina pareciéndose y llega a aburrir al espectador. Por suerte el film no comete los pecados de tener una premisa imposible de explicar o toques excéntricos como la vestimenta de la clase gobernante en Los Juegos del Hambre.
The Maze Runner no logra ser algo más que un producto cuidado, que se destaca dentro de las recientes películas basadas en best-sellers en el hecho de ser narrativamente eficiente (dura 113 minutos), lo cual no es poco. Los jovenes protagonistas no despuntan en sus performances, pero tampoco se alejan demasiado de lo que se espera de ellos, quizás sea necesario desarrollar todo su potencial en la próxima entrega que por lo pronto no es más que un proyecto