Segunda “Maze Runner” consolida nivel de la saga
Entre todas las sagas de futuros distópicos protagonizadas por adolescentes, del estilo de "Los juegos del hambre" y "Divergente", la que realmente impone tensión e imágenes propias del cine de terror es "Maze Runner", y en esta vertiginosa segunda parte a estos elementos agrega además contundentes secuencias de superacción.
Aunque este tipo de películas deberían empezar con un recordatorio de lo que pasá en el film anterior, como sucede con algunas telenovelas o series de TV, lo cierto es que no hay que estar al tanto de los sucesos del primer film para entender que una de las cualidades de "Maze Runner" es el hermetismo de las angustiantes situaciones que experimentan los protagonistas. El film empieza con el flashback de un niño separado de su madre por unos militares, sigue con una pesadilla de un joven metido en un ascensor-jaula que sube a toda velocidad, y partir de ahí sigue con un grupo de jóvenes introducidos por un grupo armado, con total urgencia, en un enigmático establecimiento, donde el hombre a cargo les dice que empezará la mejor parte de sus vidas.
El lugar no parece tan malo, y cada día hay una lista de los nombres que serán llevados al destino definitivo, lo que es recibido por todos con gran optimismo, aunque pronto empiezan a aparecer sospechas de que las cosas no están tan bien, lo que se comprueba al escurrirse por los conductos de aire acondicionado y entender que el lugar es un pesadillesco experimento científico. A partir de ahí empieza una fuga que no da tregua a los personajes ni al espectador, descorriendo impactantes imágenes de un mundo futuro semiapocalíptico, con pocos sobrevivientes diezmados por tormentas solares y una plaga horrenda que convierte a la gente en zombies caníbales.
La fuga mezcla la acción con el terror y también va dando datos que, de a poco, revelan por qué estos chicos son tan valiosos para la fuerza dominante de ese futuro. Entre los grandes hallazgos de esta película hay paisajes desoladores de ciudades abandonadas llenas de rascacielos en ruinas. Una escena formidable, que permite recomendar por sí sola el precio de la entrada al cine, es una fuga de estos zombies horribles en este decorado de pesadilla. "Prueba de fuego" supera al film anterior en varios sentidos, empezando por agregar nuevos personajes como la pareja de bandidos interpretada por Giancarlo Esposito y Rosa Salazar, además de la irrupción de una organización guerrillera contra el orden establecido. Sólo queda esperar que lo que queda de esta saga siga con este excelente nivel.