Un boludo para mi mujer
Adrián Suar, Valeria Bertuccelli y el director Juan Taratuto vuelven a unir fuerzas luego del éxito que resultó Un Novio para mi Mujer, allá lejos por el año 2008. Nuevamente con un matrimonio en jaque por un dilema bastante especial en el foco de la escena, es tan solo una de las tantas las similitudes que podemos trazar entre Me Casé con un Boludo y Un Novio para mi Mujer, aunque en esta oportunidad los roles de Suar y Bertuccelli se invierten. Ahora es ella quien se quiere separar, mientras que el personaje insoportable de la pareja recae sobre los hombros de él: Adrian Suar, quien sería algo así como la Tana Ferro de esta historia, solo que en lugar de tener un carácter bastante difícil como en aquella oportunidad, aquí es lisa y llanamente un boludo.
Fabián Brando (Suar) es el actor argentino por excelencia, el mejor de su generación, un interprete tan talentoso que es capaz de hacernos derramar un río de lágrimas con tan solo una mirada. Fabián Brando es también lo que conocemos comúnmente como un boludo. Altanero, creído y egocéntrico, Brando es el cliché del actor exitoso que dejó que la fama se le suba a la cabeza. Convencido por Groisman (Norman Briski), su representante desde que tiene seis años, Fabián acepta trabajar en una película junto a Florencia Córmik (Bertuccelli), una nueva actriz, algo limitada, que consiguió co-protagonizar dicho film gracia a la relación que mantiene con su director (Gerardo Romano). En una escena clave, la falta de talento de Florencia se hace evidente y luego de una buena cantidad de tomas fallidas el director estalla y la humilla frente a todo el equipo. Brando no duda en defender a su compañera de elenco, así comienza a crecer un sentimiento entre ellos y nace una relación que va más allá de lo profesional. Presionados por el escándalo de este affaire y con los periodistas acechando a cada paso, Fabián convence a Florencia de casarse a pesar del poco tiempo que llevan de relación. Aun con sus reparos Florencia acepta la propuesta, ya que con ella Fabián es tierno y comprensivo, todo lo contrario a lo que se dice de él. Pero hay un problema, Fabián es un actor de método y todo este tiempo estuvo viviendo en la piel de su personaje, y Florencia, sin saberlo, se enamoró de este. Cuando por fin logra darse cuenta del error que acaba de cometer ya será demasiado tarde. Ahora intentará separarse del actor a toda costa, pero Fabián descubre sus intenciones y mediante un plan descabellado hará todo lo posible para salvar la relación.
Con la excepción quizás de Un Amor en Tiempos de Selfies, Me Casé con un Boludo es uno de los peores títulos de los que tenga recolección dentro de la historia del cine argentino. Pero, se debe reconocer, es por lo menos un título honesto. Que cumple con lo que promete, resumiendo de la forma más literal posible la trama del film. Si sumamos eso la presencia de Suar y Bertuccelli, no hace falta más que ver el poster para darnos una idea general de la comedia que estamos a punto de ver. Eso ya debería ser suficiente para decidir si le daremos o no una oportunidad a este film, ya que por los próximos 100 minutos no habrá demasiadas sorpresas ni sobresaltos en el camino.
El primer acto es prometedor. Taratuto nos presenta el mundo de los personajes y nos introduce a la historia de manera efectiva, logrando momentos verdaderamente cómicos gracias a una ácida mirada al mundo del espectáculo, la guerra de egos y la prensa. Pero los problemas aparecen una vez que queda planteado el conflicto de esta historia. Brando escucha a Florencia contándole a sus amigos el error que acaba de cometer, y con ayuda del guionista del film en el que trabaja, termina ideando un plan que se resume en aparentar ser alguien que no es y así salvar la pareja. Pero más allá de algunas acertadas reflexiones sobre el matrimonio (todos aparentamos un poco), la película pierde lentamente la gracia que supo tener durante sus primeros minutos. El guión se vuelve repetitivo y previsible, llegando incluso a incorporar momentos de comedia física que en lugar de sumar, le restan. Con Suar y Bertuccelli (en mi opinión una buena actriz pero una mala elección de casting para este proyecto) en un constante tira y afloje, el elenco secundario es quien tiene mayor oportunidad de brillar. A las buenas interpretaciones de Gerardo Romano y Norman Briski se suma una excelente participación de Alan Sabbagh (El Rey de Once) en un rol pequeño, y juzgando por la única escena en la aparece (por lejos la mejor de toda la película), es una verdadera lástima que su personaje no haya tenido una mayor participación.
Conclusión
Hay un dicho en fútbol que reza: equipo que gana no se toca. Y eso mismo sucede con Me Casé con un Boludo. Repite jugadores y el mismo sistema de juego que Un Novio para mi Mujer. Es una comedia sin demasiadas pretensiones que se apoya fuertemente en la labor y química entre sus protagonistas, aunque esta vez el resultado no es igual de efectivo. De todas maneras, si les gustó el anterior film de la dupla Suar/Bertuccelli es difícil que vayan a pasarla mal con este. Pero si van en busca de algo diferente, olvídenlo. Más allá de un comienzo prometedor, unas acertadas reflexiones sobre el ego o el matrimonio y algunas escenas divertidas desparramadas a lo largo de sus 100 minutos de duración, Me Casé con un Boludo es más de lo mismo. Si eso es algo malo o no, dependerá enteramente de las expectativas de cada espectador.