Astuta, lograda comedia nacional
He aquí la feliz demostración de cómo hacer una comedia romántica nacional mejor que las americanas. Tomando, claro, algunas de sus características formales, para que el público se sienta cómodo, pero revirtiendo o alterando otras, para disfrutar de nuestra propia salsa, y, en especial, para llegar más hondo (algo que las comedias románticas americanas casi nunca buscan).
Por supuesto, los primeros elementos de atracción son enteramente nuestros: un título sincero y soez, y la proclamada reunión del mismo cuarteto de "Busco novio para mi mujer": Adrián Suar, Valeria Bertuccelli, Juan Taratuto, director, y Pablo Solarz, guionista. Sólo que, como decía el poeta, "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos". Taratuto se ha probado en el drama y en la comedia de perdedores ("La reconstrucción", "Papeles en el viento"), y Pablo Solarz hizo "Juntos para siempre", inquietante historia de amores que se vuelven cada vez más dolorosos.
Dolorosa también es la decepción de Florencia, una actriz del montón, cuando descubre que se ha casado con un tonto farolero, pura apariencia. Ese es el planteo de la película que ahora vemos. Lo interesante es que él percibe esa decepción, y busca cómo enamorarla de nuevo. El tipo es un actor, entonces busca la solución según su leal saber y entender, o sea, con un libretista que le arme un personaje. Puede suponerse una nueva apariencia. O no.
Fabián Brando se llama el sujeto, encima mitómano. En el fondo es como Christian de Neuvilette, el carilindo que le pide ayuda a Cyrano de Bergerac para conquistar a la hermosa. Pero atención: el cuento no va exactamente por ese lado. Hay otros enredos, algún giro argumental, y cambios de tono y de actitud que sorprenden gratamente. Así, de a poco, las risas van dando paso a la emoción.
Dejemos al lector que se entere por sí mismo de los detalles, y del desenlace. Baste agregar que los protagonistas se lucen debidamente, hay un buen reparto (Briski, Sabbagh, etc.), unos cuantos cameos de famosos/as y cronistas del espectáculo dentro de un esquema argumental de "cine dentro del cine" que alienta varias ironías y algunos homenajes, buena música original (Darío Eskenazi) y buen uso de una vieja balada, ritmo mantenido, momentos memorables. Si es mejor que "Busco novio para mi mujer", eso lo dirá el tiempo. Pero tiene la estatura.