Una meseta creativa
En su nueva película, el director Iván Fund se concentra en un pequeño grupo de personas y sus vivencias: una pareja en crisis, un tarotista que perdió a su perro, una mujer policía. Sin embargo Me perdí hace una semana significa una meseta creativa dentro de su original filmografía, una obra en la que evidencia una fuerte carencia de ideas, que sólo sabe disimular a través de la impostación.
Alrededor de esos personajes, el realizador propone un dispositivo que pretende reflexionar sobre el proceso de filmación, la relación entre ficción y realidad, la cámara inmersa dentro de lo cotidiano. El problema es que esos tópicos ya vienen siendo transitados desde hace décadas y lo único que parece aportar Fund es pereza narrativa. La historia nunca avanza, los personajes jamás adquieren espesor y el espectador es condenado al puro aburrimiento.
Me perdí hace una semana es una película con muy poco para decir, que vuelve a poner en cuestión los métodos y razonamientos de las instituciones que promueven apoyo financiero y logístico. Si se sigue financiando y promoviendo cine como este, no vamos a ningún lado.
NdR: Esta crítica es una extensión de la ya publicada durante el BAFICI.