Desde “Alice” en adelante, Woody Allen apeló a elementos mágicos en sus comedias sentimentales. Así, sus personajes neuróticos y abrumados encuentran una salida a su rutina y sus tormentos por la irrupción de lo inesperado. “Medianoche en París” luce como una feliz combinación entre “La rosa púrpura de El Cairo” y “Todos dicen te quiero”. Gil, guionista americano de paso por París, al llegar la hora de las brujas se despide de su pareja y de sus amigos con cualquier pretexto y sale a callejear, hasta que encuentra lo que busca y lo trasladan al París de los años locos, cuando la ciudad era una fiesta disfrutada por Hemingway, Scott Fitzgerald, Gertrude Stein, Buñuel y Dalí. El arte, la bohemia y la libertad a cada paso. Y la posibilidad de enamorarse de una desconocida a la que podría perder irremediablemente. Lo mejor de Allen en mucho tiempo.