Megalodón

Crítica de Martín Goniondzki - Cinéfilo Serial

Dentro del cine de acción y aventuras hay un subgénero que tiene como protagonistas a los tiburones, aquellos enormes animales marinos que desatan el terror en las playas y entre las personas que buscan relajarse a orillas del mar. Como siempre, el referente inmediato de estas películas es la obra de Steven Spielberg, “Jaws” (1975), que no solo fue pionera en este estilo de relatos sino que además consiguió permanecer en las retinas de los cinéfilos al contar una historia de corte clasicista de manera brillante y logrando que el antagonista sea una verdadera fuerza opositora implacable que hará la vida imposible a los protagonistas. A su vez, si tenemos en cuenta los problemas por los que Spielberg tuvo que atravesar durante la producción de la cinta, queda más que claro su potencial para aprovechar los recursos disponibles sin comprometer la calidad del producto. A lo largo de los años, le han seguido varias producciones que han pasado por la pantalla grande con diversos resultados. Entre los films más destacables podemos mencionar a “Open Water” (2003) y la más reciente “The Shallows” (2016). Por otro lado, han pasado varias producciones olvidables y desastrosas como “Shark Night” (2011) o “Sharknado” (2013). En un lugar en el medio se encuentra el largometraje que aquí nos convoca. “Megalodón” o “The Meg” en su título original, es la adaptación cinematográfica de una saga de novelas escrita por Steve Alten. El director encargado de llevar a la pantalla a este material literario inexplicable es Jon Turteltaub, a quien podrán recordar de películas como “National Treasure” (2004) y “Last Vegas” (2013).

La cinta nos cuenta la historia de Jonas Taylor (Jason Statham), un especialista en rescates submarinos en aguas profundas, que decide retirarse luego de que una misión se haya complicado y le haya hecho perder a gran parte de su tripulación. Años más tarde, un submarino de aguas profundas, que forma parte de un programa internacional, es atacado por una enorme criatura y queda averiado en el fondo de la fosa oceánica más profunda del Pacífico, con su tripulación atrapada en el interior. El tiempo se acaba y un oceanógrafo chino, el Dr. Chang, recluta a Jonas, en contra de los deseos de su hija Suyin (Li Bingbing), que cree que puede rescatar a la tripulación por sus propios medios. Pero ambos deberán unir sus fuerzas para salvar al equipo y también al océano de una amenaza imparable: un tiburón prehistórico de 23 metros conocido con el nombre de Megalodón. Jonas tiene la oportunidad de redimirse, ya que se había encontrado con esta misma criatura aterradora durante la primera misión, pero nadie le creyó en ese momento. Ahora Jonas debe enfrentarse a sus miedos para regresar a las profundidades marinas donde volverá a verse cara a cara con el depredador más temible de todos los tiempos.

Uno tiene que ser realista ante el tipo de película que está por ver y no exigirle más de lo que puede dar. “Megalodón” es un largometraje que abunda de lugares comunes como el héroe caído en desgracias que vuelve para redimirse, el millonario sin escrúpulos (interpretado por Rainn Wilson) que poco le importa su personal sino más bien su bolsillo y la opinión pública, entre tantas otras cosas. La trama es bastante formulaica y nos recuerda a la de “Piranha 3D” (2010), donde un monstruo prehistórico es liberado por humanos entrometidos y comienza a acechar a inocentes civiles que se encuentran en los alrededores llevando una existencia apacible. Lo que realmente sorprende de la película de Turteltaub tiene que ver con los efectos especiales y las secuencias de acción que implican al enorme escualo. A diferencia de muchas producciones de este estilo, aquí el CGI y los efectos visuales están muy por encima de los demás, algo que resulta ser estimulante pero a su vez esperable, ya que hablamos de una superproducción coproducida entre Estados Unidos y China.

Nos encontramos ante un producto muy cuidado a nivel técnico, cuyas principales falencias se dan a nivel narrativo. Personajes como el de Ruby Rose (“John Wick 2”) y el de Jessica McNamee (“Battle of the Sexes”) son súper esquemáticos y no aportan nada a la trama. Como mencionamos anteriormente, el personaje de Rainn Wilson (“The Office”) es realmente decepcionante por el potencial del actor y por lo bastante estereotipado que resulta ser su rol. Por el lado de los aciertos, tenemos a Jason Statham, cuyo personaje puede ser poco interesante por como está escrito, pero que a nivel interpretativo está correcto. Hace tiempo que los roles en los que se ve involucrado el actor de “The Transporter” le quedan pequeños y podría aspirar a mayores desafíos actorales. A su vez, la porción asiática del elenco compuesto por Bingbing Li (“The Forbidden Kingdom”) y la pequeña Shuya Sophia Cai también cumplen con su parte, en especial Sophia, quien tiene uno de los personajes más atractivos de la cinta.

“Megalodón” es un film entretenido si se lo mira sin pretensión alguna. Un relato plagado de defectos narrativos y con cierto aporte de situaciones sumamente inverosímiles que sorprenderán por el sumo cuidado que tuvo la producción a la hora de armar las secuencias de acción y todo lo referido a los efectos especiales que trae aparejada la temible criatura. Un film pasatista para pasar el rato.