Mi villano favorito
El nuevo film animado de DreamWorks es la historia de un super villano azulado con cerebro gigante y con ansias de dominar el mundo. El único problema es que su contrincante, MetroMan, luce más apuesto y goza de toda la popularidad. Pero cuando éste muere, el lugar del antagonista lo ocupará una creación suya: un camarógrafo aspirante a reportero, convertido luego en Titán.
Megamente es un derroche de buena factura técnica (sorprende el realismo de las escenas de acción, las explosiones, la muchedumbre enardecida de fondo y la caída de un edificio sobre el final) que respalda una trama ágil, entretenida, que no le escapa al humor y mucho menos a las referencias a títulos del género o a los villanos que alguna vez enfrentó el mismísimo James Bond.
El tema del doble oculto que realiza lo que el ciudadano común no puede (pero sueña) es acompañado por una narración que comienza por el final de la historia y cuenta el pasado del protagonista (abandonado por sus padres en una nave perdida en la galaxia).
Megamente, acompañado por una mascota pez apodada Minion, sueña con destruír a Metroman y secuestra a su novia, Roxanne, una periodista a la que pocas cosas sorprenden. La lucha entre el Bien y el Mal aparece entonces servida en bandeja.
Un producto que disfrutarán chicos y adultos que desata una furia de titanes al mejor estilo de Mi villano favorito.