Desde el lanzamiento de su tráiler, fue criticada por tratarse de mujeres de cierta edad entrenando para ser porristas; pero paradójicamente, su mensaje clave es que siempre procuremos cumplir nuestros deseos y pasiones, sin importar la edad y lo que digan los ajenos.
Mejor que nunca
En una época donde se pretende eliminar los prejuicios, las etiquetas y las estigmatizaciones, ¿por qué no hacer una película donde se pueda plasmar el hecho de disfrutar sin pensar en los modelos a seguir?
Mejor que nunca, no es la mejor película del año, ni mucho menos, pero cuando las actrices comienzan a prepararse y a bailar, es entretenida. Al ver a estas conocidas mujeres disfrutar de la música, siendo genuinas y casi sin importar los personajes que interpretan, ni las cámaras, emocionan al proyectarlas como abuelas y relacionándolas con las nuestras.
De hecho, es interesante como a lo largo de la trama, se van manifestando diferentes puntos de vista y opiniones referidos a esta liberación de ser porristas. Demostrando que las críticas, pueden llegar de pares, impares, mayores y menores. También se expone la dualidad que sienten las protagonistas con esta nueva actividad; si permitirse soltarse siendo una desfachatada alegre, o mantener ciertos criterios y principios delante, por la sociedad o incluso por sus familias.
El elenco escogido aporta al dinamismo y desarrollo de la historia, y al conocer a varias intérpretes, de films anteriores, encontrarlas en estos papeles es simpático. Como cabeza está Diane Keaton, y como compañeras de equipo, podemos mencionar a Jacki Weaver (El lado luminoso de la vida), Rhea Perlman (Matilda) y Carol Sutton (Historias cruzadas). También componen el reparto, Celia Weston (Sin reservas), Alisha Boe (13 Reasons Why) y Bruce McGill (MacGyver), entre otras figuras.
Mejor que Nunca
Es un largometraje que si bien no plantea desafíos en su argumento, prioriza y promueve un mensaje de acción, de hacer sin culpas ni limitaciones, disfrutando especialmente. Y combinándolo con música y una pizca de humor.