En la actualidad la productora Millenium Films es la gran heredera de lo que fue en los ´80 la compañía Cannon, fundada por Menahem Golam y Yoram Globus.
De hecho, el presidente de esta empresa, Avi Lerner, fue el responsable de algunos clásicos de Cannon como Allan Quatermain y la ciudad perdida del oro (1986) y El Guerrero americano 2 (1987).
Con la productora Millenium Lerner en los últimos años desarrolló, entre otras propuestas de acción, la saga Expendables, la última entrega de Rambo y los filmes de ninjas con Scott Adkins.
A lo que voy con esto es que cuando te sentás a ver una propuesta de esta productora, que suele enfocarse en el género de acción, ya sabés que no vas a ver una película que se va a debatir en las universidades.
Por consiguiente, analizarla como si fuera un documental de Michael Moore es una tontería que deriva en análisis exagerados.
En Estados Unidos esta película fue destruida por la prensa local y la verdad que está muy lejos de ser tan terrible como anunciaban los críticos.
Criminal es una historia que le queda chica al reparto reunido, que incluye grandes actores como Kevin Costner, Gary Oldman y Tommy Lee Jones, pero eso no significa que el film sea malo.
La película fue dirigida por el cineasta israelí Ariel Vromen, quien hace poco estrenó The Iceman, la biografía del asesino a sueldo Richard Kuklinski, que llegó a los cines locales.
En este caso construyó un thriller de acción que se alimenta de la mitología de Frankenstein con un tratamiento moderno.
Un detalle que está representado en personaje de Costner, quien es la figura más destacada de esta película.
Afortunadamente el director Vromen ofrece secuencias de acción decente sin la necesidad de abusar de los efectos digitales que es uno de los males que afecta a este género en estos días.
Criminal no es precisamente una película imperdible pero brinda un buen entretenimiento que se disfruta si uno acepta la propuesta sin muchas exigencias.