Arbitrage, que en España se llamará El Fraude pretende en que nos identifiquemos con uno de estos peces gordos de las finanzas que en su afán de querer tragar mucho más de lo que puede digerir se va metiendo sucesivamente en una serie de líos que van desde lo extramatrimonial hasta lo criminal mientras intenta no acabar con sus huesos en la cárcel y negociar una salida airosa del callejón sin aparente salida al que le ha conducido su avaricia. O su simple forma de navegar en tan procelosas aguas porque lo que viene a decir la película de Nicholas Jarecki es que todo en esta vida es negociable, comprable o vendible, aun lo más íntimo...