El dinero nunca duerme.
Nicholas Jarecki es un director novato, que apenas tiene en su haber un documental y un corto. Lo mismo en el rubro de escritura. Jarecki apenas tiene tres trabajos previos a este largometraje con un elenco importante, en el que se destaca -por supuesto- Richard Gere, que se ganó una nominación a los Globos de Oro por su actuación, y que posiblemente ofrezca una de las mejores interpretaciones de su carrera en este film.
Pese a su poca experiencia, Jarecki ofrece un muy buen thriller, que sorprende por su versatilidad y, sobre todo, por sus climas. Esto debe ser, claro, porque es el hijo de una pareja de financistas, y es ahí adonde apunta Mentiras Mortales (Arbitrage, 2012), a ese submundo en donde el dinero es y maneja absolutamente todo.
En Mentiras Mortales concemos a Robert Miller (Richard Gere), un gurú financiero que maneja (y dibuja) los números a su deseo. Es por eso que utilizó este talento para vender su empresa antes de ir a la quiebra, y a su alrededor tejió una red de mentiras para sostenerla, en las que incluyó a su esposa (Susan Sarandon), su hija y discípula (Brit Marling) y hasta a su amante (Laetita Casta), una artísta plástica francesa. Pero algo sucede, una muerte toma protagonismo y él deberá utilizar todas sus herramientas para que la verdad permanezca oculta y asi no solo salvar su buen nombre, sino también - y más importante, al menos para él- lograr vender su empresa antes de que la granada le explote en la mano.
El director planteó un thriller con lo básico, y lo supo llevar a lo largo de la película hasta un descenlace que, si bien no es lo más brillante, queda coherente en el contexto en que se nos presentó este universo de mentiras y dinero. Mentiras Mortales posiblemente no quede en el recuerdo de muchos en general, pero si la actuación de Gere, y sobre todo el trabajo de Nicholas Jarecki, alguien a quién debemos seguir muy de cerca de ahora en más.
@JuanCampos85