La frágil mujer detrás de la gran cantante
¿Cómo aproximarse a un personaje tan reconocido y querido como Mercedes Sosa? O, más aún, ¿qué decir que no se sepa sobre ella? Fabián Matus, hijo de la cantante e impulsor del proyecto, y el cineasta Rodrigo Vila ensayan una respuesta en Mercedes Sosa, la voz de Latinoamérica. Compuesta en partes iguales por material de archivo y entrevistas a artistas que compartieron escenario con ella (desde Pablo Milanés, Víctor Heredia y León Gieco hasta Fito Páez y Charly García), el documental hurga en los secretos personales de la cantante, develando a una mujer exitosa y adorada, sí, pero también aquejada por una profunda soledad.
El film reconstruye cronológicamente la vida de “La Negra”. El inicio es, entonces, su infancia rodeada de amor y pobreza extrema. “Mamá nos llevaba a la plaza para que no oliéramos comida”, dice uno de los hermanos a su sobrino Fabián, que también oficia como entrevistador y narrador en off. Luego seguirán sus primeros pasos en concursos y unidades básicas, el surgimiento de su carrera en Mendoza junto al guitarrista, compositor y primer marido Oscar Matus, la vida en Buenos Aires, el exilio a mediados de los años ’70 y el regreso con gloria al Teatro Ópera en 1982.
Mercedes Sosa, la voz de Latinoamérica gana en espesura y complejidad cuando explora las facetas más personales de la cantante, mostrándola por momentos como un ser frágil y solitario, aquejado por el dolor del destierro y la pérdida de varios de sus seres más queridos. Todo esto ilustrado por decenas de entrevistas a familiares, amigos, colegas y seres queridos, además de un valiosísimo material de archivo que incluye cartas e imágenes inéditas.
Así, Matus y Vila (director de Cantora, un viaje íntimo, sobre la grabación del disco homónimo de la tucumana) construyen un documental tradicional y sin grandes hallazgos en su facturación, pero que resulta interesante y atractivo por la grandeza de su protagonista.