"Toy Story" marcó un antes y un después en la historia del cine de animación. "Metegol" tiene todo como para provocar ese cambio en la industria argentina: un millonario presupuesto (claro, algo totalmente ajeno a la calidad de la película); una animación de excelencia, como nunca antes se vio en el país; un elenco que se luce y que rompe con el estereotipo de la sobreactuación; un prestigioso director incursionando en un nuevo género; y, por sobretodas las cosas, un espíritu nacional que, sin la necesidad de mostrar banderas, siempre está presente. Pese a algunos desniveles en su guión, hay que celebrar esta nueva y arriesgada (más en términos técnicos que en narrativos) propuesta de Juan José Campanella.